Conozca el caso de una madre que intentaron estafar por una foto de su hija que subió a internet. Los peligros en la red son muchos, y los padres son los primeros llamados a hacer un uso responsable de internet para cuidar a sus hijos y evitar la sobrexposición.
“Una fotografía que parece inocente puede hacer pública la placa del vehículo de la persona, la dirección de su casa, las rutinas y la ubicación de los colegios de sus hijos”
Por: Lizeth Salamanca Galvis, en:
www.abcdelbebe.com, Facebook: @abcdelbebe, 11 de febrero de 2018 , 10:00 p.m.
A Ximena* le parecía normal subir a su cuenta de Facebook las fotos de los momentos más especiales de su hija de 5 años: el día que izó bandera en el colegio, el encuentro con los primos, la selfi con la mascota, etc. Hasta ahí todo normal.
Pero hace cuatro meses el tema tuvo un giro inesperado. Un día, Ximena dejó a su pequeña en el colegio disfrazada con un traje típico porque la institución había planeado un acto cultural.
Antes de que la niña cruzara la puerta del colegio, se tomó con ella una selfi y de inmediato la publicó en redes. Eran las 8 de la mañana.
Tres horas más tarde, a las 11:37 a. m., su celular sonó. Del otro lado de la bocina, una mujer que se identificó como la jefe de urgencias de la unidad de pediatría de la Clínica del Country le preguntó si ella era la mamá de una niña que lucía falda roja y blusita blanca. “Señora, su hija sufrió un accidente”, le dijo, y Ximena sintió que el mundo se le venía encima.
La voz continuó diciéndole que la menor iba a ser atendida, pero que necesitaban que les confirmaran el número de documento y su EPS. Ximena, en medio del desespero y la angustia, dio los datos mientras hacía mil preguntas. “¿Qué le pasó?, ¿cómo está?, ¿está bien?”, repetía.
En respuesta, solo obtuvo un “cálmese, señora, estamos verificando. No me cuelgue, ya vuelvo con usted”. Luego de un par de minutos, que parecieron eternos, la mujer le confirmó que la clínica no tenía convenio con la EPS de la niña y que necesitaban que consignara 300.000 pesos a una cuenta corriente para que el sistema admitiera el ingreso de la paciente.
Ximena tomó atenta nota de la cuenta mientras la mujer le insistía en que hiciera la transferencia lo más pronto posible porque la condición de la menor era muy delicada. Antes de colgar, Ximena alcanzó a preguntar por la situación de su pequeña. “Estamos estabilizándola, pero no tenemos mucho tiempo. Consigne el dinero para poder intervenirla y véngase inmediatamente para la unidad de pediatría”.
Después de colgar, Ximena empezó a llorar, temblada, no entendía nada, y como pudo le marcó a su esposo para que hiciera la transferencia vía internet. Apenas le contó la situación, él le preguntó si la profe ya la había llamado. Ximena se detuvo en seco, ¿cómo era posible que del colegio nadie le hubiera informado nada?
Tardaron menos de 10 minutos en confirmar que todo era un montaje para estafarlos. La niña estaba bien en su colegio, el accidente nunca existió, pero quedaban en el aire muchas dudas: ¿cómo conocían la vestimenta de la niña? y ¿cómo consiguieron el celular de Ximena?
La única explicación que los padres de esta pequeña encuentran es la foto publicada ese día en Facebook. “Creemos que nos venían haciendo seguimiento por esa red social”, asegura Ximena.
Su historia es tan solo una de los centenares de casos de personas que han resultado estafadas, extorsionadas o amenazadas por compartir información en sus redes sociales.
Y es que las cifras van en aumento. De acuerdo con el Centro Cibernético de la Policía Nacional, entre 2012 y 2017 se reportaron 39.417 casos de delitos informáticos, de los cuales el 72 por ciento correspondió a un perfil de víctimas que osciló entre los 9 y los 12 años.
“Los padres deben ser los primeros en promover el uso responsable de la internet y en cuidar a sus hijos de tener una exposición inadecuada en las diversas redes sociales”, advierte Carlos Lugo, director de apropiación del Mintic.
Según Lugo, los padres deben evitar compartir información confidencial de los menores, imágenes y videos en los que se vea claramente su rostro o datos personales que puedan utilizarse para ganar la confianza de los niños en el mundo real, como el nombre de su colegio, el barrio en que viven o las actividades que realizan fuera de clase.
“Los delincuentes suelen buscar en las redes indicios o datos que les ayuden a determinar el nivel socioeconómico de sus víctimas, la composición de su grupo familiar, su lugar de residencia, los lugares que frecuentan o los números de contacto. Una fotografía que parece inocente puede hacer pública la placa del vehículo de la persona, la dirección de su casa, las rutinas y la ubicación del colegio de sus hijos”, agrega Lugo.
* Nombre cambiado a petición de la entrevistada.
Recomendaciones:
Es importante tener en cuenta algunas recomendaciones sobre acciones y conductas que pueden poner en riesgo la seguridad y privacidad de los niños.
1. Jamás publique fotos de sus hijos desnudos. Por más tierno e inocente que parezca, este tipo de imágenes pueden ser utilizadas por personas sin escrúpulos para fines pornográficos.
2. Evite que se pueda deducir la ubicación de los lugares que más frecuenta su hijo. Una foto a la entrada de su jardín o colegio, en el parque del vecindario, en el centro comercial que visitan con frecuencia, incluso, en el antejardín de la casa les puede dar pistas a los delincuentes de los lugares donde permanecen. Verifique que en la foto no aparezcan direcciones, letreros u otro tipo de datos que facilite el reconocimiento del lugar donde la imagen fue tomada.
3. No suba fotografías en donde el niño aparezca junto con su carro y se vea la placa de este. Es una forma muy sencilla de localizarlo a usted o algún integrante de su familia.
4. Cuando suba las fotos no las identifique con el nombre y los apellidos de su hijo. Entre más anónimo permanezca, mejor.
5. Si lo que quiere es compartir fotografías de sus hijos con la familia, use medios privados como el mensaje directo de la red social o el correo electrónico. Así, menos personas acceden a este material.
6. No dé datos de los horarios del niño ni de las actividades extraescolares que realiza. Por ejemplo, evite publicaciones como “Aquí, listos para empezar la clase de natación”. Recuerde que todo puede ser rastreado a través de las redes y que cada entrada publicada refleja la hora y, en algunos casos, la ubicación.
7. Evite el exhibicionismo. ¿De verdad es necesario subir tantas fotografías de los niños en las redes sociales? Es mejor limitar la cantidad de imágenes de los niños que se publican en internet.
8. Si el ‘smartphone’ o la tableta con la que hace la foto tiene GPS, asegúrese de desactivar esta función para que no registre su ubicación.
9. Exija a todos sus familiares y conocidos que siempre le pidan permiso antes de publicar en internet una fotografía de su hijo. A su vez, ambos padres deben estar de acuerdo a la hora de subir una fotografía del niño a la web.
10. Revise la privacidad de sus redes sociales y asegúrese de que las fotografías de sus niños lleguen al menor número de personas posibles y que no sean públicas.
11. Recuerde que una vez que sube una fotografía a las redes sociales, esta pasa a ser de dominio público y es prácticamente imposible eliminarla, así la borre de su perfil, y lo que es peor, es susceptible de ser copiada, trasladada y modificada.
Lizeth Salamanca Galvis,
www.abcdelbebe.com, Facebook: @abcdelbebe
Publicado en:
http://www.eltiempo.com/vida/educacion/riesgos-de-compartir-fotos-de-ninos-en-redes-sociales-181424
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Condenan a una madre por subir fotos de su hijo a Facebook
El menor, de 16 años, denunció a su progenitora harto de que compartiera imágenes y detalles de su vida privada.
Por Ángel Gómez Fuentes, en: abc.es/sociedad/abci, 18 de enero de 2018 19:39h
La foto de Carlos que juega en el campo o la de Virginia que sonríe en su fiesta de cumpleaños pueden ser recuerdos entrañables para los padres, momentos que a menudo desean conservar o compartir con parientes y amigos. Ahora en Italia algunos padres que se apresuran a colocar en Facebook, en Twitter o en otras redes sociales esas fotos de sus hijos menores quizás se lo piensen antes dos veces.
Un Tribunal de Roma ha establecido que los padres pueden ser obligados por un juez a eliminar esas fotografías, además de imponerles una multa hasta de 10.000 euros. Es una sentencia que, por lo que se refiere a la advertencia de la sanción económica, sienta un precedente único en Italia, estableciendo un principio de fuerte derecho en la tutela de los menores.
Todo ha partido de un caso de un chico de 16 años que pidió “tutela” contra la madre, que colocaba en las redes sociales fotos y comentarios sobre él. La jueza, Monica Velleti, ha establecido que si la madre continua con ese comportamiento, “deberá pagar 10.000 euros como sanción”. La orden dispone que dentro de febrero 2018 se deban remover las fotos, informaciones y datos del hijo incluidos en las redes sociales.
La protesta del menor contra la madre no se trataba de un simple capricho, sino que recurrió al Tribunal al sentirse abrumado y “turbado” por “la masiva presencia mediática”. Incluso decidió proseguir sus estudios en el extranjero para estar lejos del actual contexto social, en el que todos sus compañeros estaban al tanto de sus pormenores personales, que la madre hacía públicos con el uso constante y sistemático de las redes sociales.
Principio jurídico
El principio jurídico que sirve de base para esta prohibición o para ordenar la eliminación de las fotos es simple: El artículo 96 de la ley sobre el derecho de autor prevé que el retrato de una persona no pueda ser expuesto sin su consenso, salvo excepciones. Lo mismo dispone un decreto legislativo (196/2003) sobre el tratamiento de datos personales. La fotografía, como cualquier otro elemento de identificación, es un dato personal y no puede ser difundido si no hay autorización del interesado.
Además, los menores gozan de una tutela reforzada por la Convención de los derechos del niño aprobada en Nueva York en 1989 y ratificada por Italia. Los hijos no son una excepción y el Código Civil impone a los padres el deber de cuidarlos y educarlos, incluyendo una correcta gestión de la imagen pública del menor. Si los padres no se atienen a estos deberes, puede intervenir el juez, como ha sucedido en varias sentencias en los últimos años, para tutelar a los menores de los riesgos de una excesiva exposición en las redes sociales.
Consenso de ambos progenitores
El Tribunal de Mantova, en sentencia del 19 de septiembre, ordenó a una madre, por solicitud del exmarido, a no poner las fotos de los hijos en las redes sociales y a remover las ya publicadas. Con anterioridad, en el 2013, el Tribunal de Livorno ordenó la desactivación de un perfil en Facebook abierto a nombre de la hija menor y la eliminación de las fotos.
En definitiva, en la era digital en la que cualquier aspecto de la vida puede ser compartido, cada día más se da el caso de que un padre o una madre, si llegan a la separación o divorcio, acuden al juez para que se eliminen las fotos de los hijos en las redes sociales, con el argumento de que se busca “la tutela de los menores”. Además de la protección del menor, las sentencias de los jueves tienen el objetivo de contener los riesgos más frecuentes de Internet: En el 2014, el Tribunal Supremo definió a las redes sociales como lugares abiertos al público, potencialmente perjudiciales para los menores que podrían ser etiquetados o buscados por malintencionados.
Publicado en:
http://www.abc.es/sociedad/abci-condenan-madre-subir-fotos-hijo-facebook-201801181003_noticia.html
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Mamás y papás: El motivo por el que no debes subir fotos de tus hijos a las redes no es el que crees.
Más allá de los peligros que pueda haber, hay otra cuestión que nunca nos planteamos
Por Manuela Sanoja, 23 de noviembre de 2017 08:16
El pasado mes de mayo se cumplieron 10 años desde que el vídeo de dos niños británicos diera la vuelta al mundo. Una escena cotidiana: un par de hermanos - el mayor de tres años y el pequeño de uno- sentados en un sillón. Entonces, el menor coge la mano de su hermano, le muerde, y este suelta la frase que enamora al público: “Charlie bit me” (Charlie me ha mordido).
Esta sencilla secuencia consiguió -probablemente por esa ternura y naturalidad característica de los niños- convertirse en uno de los primeros fenómenos virales de las redes sociales y –con más de 850 millones de visualizaciones- es uno de los vídeos más vistos en la historia de Youtube.
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“La vida privada del niño es del niño, no de sus padres”
Por Silvia Álava, psicóloga infantil
Esto ocurrió en un momento en el que las redes sociales no tenían –ni de cerca- el alcance que tienen en la actualidad: la plataforma de vídeos tenía solo dos años de vida, Facebook uno y a Instagram aún le faltaban tres para nacer.
En solo una década el número de usuarios de las redes sociales ha crecido de manera abrumadora llegando a los miles de millones, y todos ellos pueden acceder a este vídeo y a otras muchas imágenes de menores que se encuentran en Internet.
Más allá del debate sobre “a dónde van a parar estas fotos” y el evidente peligro que esto supone, existe otra cuestión que rara vez nos planteamos los adultos probablemente porque no compartimos estas fotos con ninguna mala intención. Sin darnos cuenta, estamos vulnerando su derecho a la intimidad.
Un derecho, que también en el caso de los niños, está protegido por distintos reglamentos tanto a nivel nacional como internacional, y que los padres y Estados (en última instancia) deben respetar y –sobre todo- proteger. La privacidad de los niños españoles está defendida por la Ley de Derechos y Oportunidades de la Infancia la Adolescencia de Catalunya, la Ley española de Protección del Menor, el Reglamento de Protección de Datos de la Unión Europea y la Convención de Derechos de los Niños.
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“Los jóvenes son cada vez más conscientes de los derechos que tienen”
Por Isabel Winkels, presidenta de la sección de derecho de familia del Colegio de Abogados de Madrid
“La vida privada del niño es suya, no de sus padres”, sentencia la psicóloga infantil Silvia Álava. “Puede que nos parezca muy gracioso, pero puede que al niño no”, añade. “Hay que pensar si al niño le gustará aparecer vestido de indio en las redes sociales”, añade el presidente de la sección de infancia y adolescencia del Col•legi D’Advocacia de Barcelona (ICAB), Javier Puigdollers.
Aunque, como indica la psicóloga, “los niños todavía no son tan mayores para que podamos ver las consecuencias”, ya ha habido un par de casos en los que hijos denuncian a sus padres por vulnerar su derecho a la intimidad.
Las denuncias de hijos contra padres
Ejemplo de ello es una joven de 18 años en Carinthia (Austria), que en 2016 demandó a sus padres por compartir más de 500 fotos suyas en Facebook sin su consentimiento. Ese mismo año, un niño de 13 años canadiense, Darren Randall, también interpuso una querella contra sus progenitores por colgar fotos que –según su opinión- “arruinan su reputación”.
Aunque por ahora solo han trascendido estos dos casos en todo el mundo, la inmensa cantidad de fotos de bebés colgadas a diario en las redes sociales multiplica las posibilidades de que el número de casos sea mucho mayor en el futuro. “Los jóvenes son cada vez más conscientes de los derechos que tienen”, afirma la presidenta de la sección de derecho de familia del Colegio de Abogados de Madrid, Isabel Winkels. Y también de los mecanismos que existen para protegerse.
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"Una sobreexposición del menor a las redes sociales podría considerarse desprotección por parte de los padres”
En Francia, por ejemplo, el Estado puede sancionar a los padres que compartan fotos de sus hijos en las redes sociales con multas de hasta 45.000 euros o un año de prisión. En España, por ahora, esto no sucede. De hecho, explica Winkels que “si ambos padres están de acuerdo, podrán colgar las fotos en sus redes sociales”.
“La patria potestad otorga a los padres el deber y la responsabilidad de proteger la imagen de sus hijos menores de edad y -según el Tribunal Supremo- será preciso el acuerdo de ambos progenitores para poder publicar imágenes del hijo en común en las redes sociales, pero los padres deben evitar en interés del menor una sobreexposición de su hijo en estos ámbitos”. Algo que ratifica la Sentencia Civil 360/2017 de la Audiencia Provincial de Barcelona.
En caso de existir una sobreexposición, podría considerarse que los padres están incumpliendo su obligación de proteger al menor. En estos casos, es deber de cualquier miembro de la sociedad (persona o institución) comunicar esta desprotección o desamparo a las entidades competentes, indica la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor y lo ratifica Puigdollers: “Si alguien tiene conocimiento, tiene la obligación de denunciarlo”.
Los menores también cuentan con distintas vías para denunciarlo personalmente en caso de que no estén de acuerdo con el comportamiento de sus padres y de no haber conseguido que eliminen sus fotos de las redes.
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Una cuestión más relacionada con la educación que con las leyes”
“Puede denunciar ante la Fiscalía de Menores o el juzgado de guardia”, aclara Puigdollers y añade que también se pueden poner en contacto con los servicios sociales o el teléfono de atención a la infancia.
Más allá de las cuestiones legales, el presidente del ICAB considera que se trata de un problema más relacionado con la educación que con las leyes. “Hay que tratar de educar para hacer un uso de las redes con respeto”, expresa el coordinador del seminario de pedagogía del Colegio Profesional de la Educación, Pedro Santamaría.
En el fondo, indica Santamaría, se trata de “atender a la lógica y a la razón. Hay un derecho del menor que no se debe pisar”. El educador hace una llamada al sentido de la responsabilidad de los padres y apunta a que si aún así van a subir las fotos a las redes, lo hagan “en lugares privados y seguros”.
“Son tus hijos, pero son una parte independiente de ti. Tienen su propia vida y sus propios derechos”, concluye la psicóloga.
Son tus hijos, pero son una parte independiente de ti”
Silvia Álava, psicóloga infantil
Publicado en:
http://www.lavanguardia.com/vivo/mamas-y-papas/20171123/433078243146/fotos-ninos-bebes-redes-sociales-problema.html
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El peligro de publicar fotos de tus hijos en internet
Por moda, exhibicionismo o ingenuidad, a diario se publican en las redes sociales millones de fotos de menores de edad. ¡Conoce los riesgos!
Lunes 22 de Enero de 2018
Aunque ya es cotidiano compartir todo tipo de contenidos en redes sociales y sitios web, este hábito traspasa los parámetros de ocio o diversión al límite del peligro, a tal punto de revelar información sensible como direcciones, sitios de trabajo, datos familiares, etc.
Según John Jairo Echeverry, director de Servicios Forenses de Adalid, firma colombiana especializada en Seguridad de la Información, “esta práctica que puede generarse por el orgullo que los padres sienten por sus hijos, expone a los niños a extorsiones y a consumidores de pornografía infantil, sin ser conscientes de ello”. (Cosas que no deberías hacer en las redes sociales).
Echeverry explica: “en primer lugar, piensa que las fotos públicas son 100% susceptibles de copiar, manipular y editar. Con programas de dominio público, especializados en el manejo de imágenes y bajo la técnica morphing, pueden realizarse montajes perfectos, creando la ilusión de transformación, herramienta práctica para convertir una imagen de un niño usando un vestido de baño en fotos pornográficas”.
Las cifras no son alentadoras, en 2016, Adalid recibió 172 casos en materia de ciberdelitos contra menores, lo que representa un 15% de aumento con respecto al 2015. Ten en cuenta las siguientes sugerencias:
1. Piensa que si quieres compartir las fotos con alguien especial, el correo electrónico o la mensajería instantánea es una forma privada de hacerlo. Snapchat o Wickr también son opciones que proporcionan cierta seguridad, ya que borran las imágenes que se envían en el dispositivo destinatario.
2. Configura la privacidad de tus redes sociales. Usa los filtros de restricción para que no todos tus contactos puedan acceder a las fotografías. Aun siendo un perfil privado, debes ser muy cuidadosa y autorizar el acceso a tu información, solamente a personas de plena confianza, no a todos tus agregados o ‘amigos’.
3. Lee la letra chica e infórmate acerca de las normas, condiciones de uso y autorizaciones automáticas a las que puedes estar cediendo al usar dicha red y al subir todo tipo de contenido.
4. No etiquetes las fotos de los niños con nombres propios. Estas pueden ser indexadas automáticamente por los buscadores.
5. No publiques fotos en sitios que revelen la ubicación del niño. Nunca lo hagas frente a tu casa, frente al colegio, o a un sitio reconocido que visite frecuentemente.
6. Cuídate de tomar fotos de los menores frente a su automóvil familiar, en donde se vea la placa del vehículo. Esta es una forma rápida de ubicar a los niños.
7. Al tomar fotos asegúrate que el GPS de tu dispositivo móvil esté desactivado. Estos datos siempre van integrados de manera invisible a las imágenes y es muy simple ubicar el lugar.
8. Siempre informa a tu pareja cuando publiques fotos de los niños. Es mejor que los dos estén al tanto.
John Jairo Echeverry concluye que al subir fotos a entornos digitales, estas se convierten en material de dominio público y que para eliminarlas, la única forma es recurrir a expertos pero el proceso puede ser muy demorado y tedioso.
Publicado en:
https://cromos.elespectador.com/mi-bebe/el-peligro-de-publicar-fotos-de-tus-hijos-en-internet-24551
Fuente: www.eltiempo.com