Para muchos, comer es un verdadero placer, ya que en el acto de saborear satisfacemos al sentido del gusto. Sin embargo, en términos orgánicos, comer es una necesidad para nuestro cuerpo. Recuerda que los alimentos que ingerimos permiten que los órganos funcionen correctamente. Por lo tanto, no comer impide el funcionamiento normal del cuerpo.
No obstante, muchas personas, en su afán por bajar de peso, incurren en dietas y demás mecanismos que implican disminuir o, en casos extremos, eliminar la comida. Esto puede generar graves problemas de salud, llegando incluso a la muerte por inanición si se prolonga el ayuno; por supuesto, en un caso muy extremo.
No es un secreto que la obesidad es un problema de salud pública que debemos combatir, ya que puede ocasionarnos múltiples complicaciones. No obstante, para adelgazar lo mejor es optar por mecanismos saludables.
Dejar de comer no es una buena idea. En este artículo te explicaremos las consecuencias para tu organismo si dejas de comer de manera prolongada.
La moda de no comer
Estamos en una sociedad en la que prácticamente todos quieren perder peso. Bien sea porque realmente tienen obesidad o porque quieren cumplir con modelos estéticos que privilegian la delgadez.
No ingerir comida.
Muchos se han abocado a conseguir una forma milagrosa para perder peso. Incluso de manera casi instantánea, lo cual no es realista, ya que si logramos adelgazar muy rápido perderemos masa muscular, cuando lo que debemos disminuir es la grasa.
Entre tantas novedades, se ha puesto de moda la idea de dejar de comer completamente durante varios días, para reducir peso velozmente.
En efecto, no comer durante varios días permitirá una reducción significativa de peso, pero ocasionando problemas a nuestro organismo. No obstante, cuando te alimentes de nuevo con normalidad se recuperarán rápidamente esos kilos perdidos.
Procesos bioquímicos al no comer
Nuestro organismo pone en práctica una serie de procesos indispensables para nuestra vida y nuestra salud, tomando como materia prima la energía que le aportamos con los alimentos. Al no comer, el cuerpo busca sustituir los alimentos con procesos que son perjudiciales.
A continuación, te explicaremos los procesos que se ponen en funcionamiento cuando dejamos de comer.
Seis primeras horas
La glucosa es el principal combustible del que se alimentan nuestras células y se obtiene a través de los carbohidratos. En particular, el cerebro requiere de una cuarta parte de la glucosa de la que dispone el organismo, y del resto se alimentan los tejidos musculares y los glóbulos rojos.
Por no comer dejamos de aportar los carbohidratos que se convierten en glucosa. Por lo tanto, no le brindamos la energía necesaria al organismo.
Sin embargo, hasta seis horas después de no comer nuestro cuerpo funciona con total normalidad. De hecho, toma el glucógeno almacenado y lo convierte en glucosa, alimentando adecuadamente al cerebro y demás células.
Séptima hora sin comer
Seguramente todas las personas hemos experimentado la séptima hora sin comer. A partir de este momento se empieza a agotar la fuente de glucógeno. Su efecto visible es el mal humor.
Desde las 7 hasta las 72 horas sin comer
Después de presentarse el mal humor, lo que ocurre es que el glucógeno no es suficiente, por lo que el organismo comienza a buscar otros elementos que pueda convertir en glucosa.
Para ello, el cuerpo rompe la grasa, donde encuentra ácidos grasos de cadena larga que contienen suficiente glucosa. No obstante, debido a su grosor no pueden llegar hasta el cerebro, aunque sirven para los tejidos y la sangre.
Por eso, el cerebro utiliza los ácidos grasos de cadena corta, a pesar de que no logran cubrir más que el 75% del requerimiento cerebral de energía.
Como consecuencia, empezamos a sentir un empeoramiento de las funciones cognitivas como problemas de concentración, memoria y no tenemos la misma capacidad de reacción.
Desde el tercer hasta el séptimo día
Bajo estas circunstancias, el cuerpo pone en funcionamiento el proceso de romper las proteínas. De esa manera se obtienen aminoácidos de los que se extrae suficiente glucosa para alimentar al cerebro.
Aunque eso tal vez pueda sonar positivo, en realidad el cuerpo se está consumiendo a sí mismo, pues está alimentándose de su propia masa muscular.
En las mujeres este proceso ocasiona la distorsión de su ciclo menstrual, ya que el cuerpo intenta disminuir al mínimo el gasto energético. Además, esto ocasiona pérdida de la densidad ósea y la disminusión del apetito sexual.
Entre una y dos semanas
En este período el cuerpo continúa rompiendo las proteínas para alimentarse, proceso en el cual genera daños a los órganos y a todo el sistema inmunitario. Con esta situación se incrementa la probabilidad de padecer cualquier enfermedad.
De tres semanas a 70 días
En ciertos casos, se puede sobrevivir por más de tres semanas y hasta setenta días de no comer. Ello dependerá de la cantidad de grasa almacenada, así como del agua que se consuma.
No obstante, en cualquiera de los casos el organismo seguirá en el proceso de consumirse hasta que fallezca. Por eso, es indispensable mantener una adecuada alimentación.
Si deseas bajar de peso, lo mejor es que busques la asesoría de un profesional que prepare un plan especialmente diseñado para ti. De esa manera tu cuerpo cambiará mientras conserva su salud.
Fuente: mejorconsalud.com