Muchos expertos aseguran que la clave está en la Formación Profesional Dual, algo de lo que se ha oído hablar durante la crisis pero que no muchos tienen claro. Eso sí, el modelo alemán no deja de tener detractores, a pesar de tener muchos seguidores: hoy queremos explicar en qué consiste “la receta mágica” germana para que saques tus propias conclusiones.
A los pequeños alemanes se les divide en tres grupos diferentes al cumplir once años. El grupo al que vayan lo determinarán sus notas y su velocidad de aprendizaje. Este modelo fue implantado en el siglo XIX y depende de en qué estado del país estemos, serán los padres o los propios profesores los que decidan el recorrido académico de los más pequeños.
En Alemania, el sistema educativo decide en primaria si los niños irán o no a la universidad en un futuro y los divide en tres grupos dependiendo de sus aptitudes
Los alumnos con mejores resultados académicos pasan a estudiar en el gymnasium, lo que les conduce al bachillerato y, por ende, a la universidad. El resto de alumnos se dividen, según sus aptitudes, en el realschule o el hauptschule. Allí les prepararán para profesiones más técnicas.
Las dos últimas serían algo así como el camino hacia el FP, se tratan de escuelas de nivel medio que acaban a los 16 años y que abren la puerta a profesiones técnicas o a módulos de FP o FP Dual. Este último, la famosa Formación Profesional Dual consiste en compaginar durante dos años los estudios con prácticas en empresas.
El sistema alemán es bastante flexible, lo que permite a los alumnos del realschule o del hauptschule acceder a la universidad si así lo deciden. Eso sí, tendrán que presentarse a la prueba de acceso a los 21 años en vez de a los 18 y primero tendrán que realizar un curso de dos años que les prepara para el bachillerato (de 3 años).
El modelo de Alemania no está exento de polémica
Las mayores pegas que le ponen los expertos a este sistema es algo obvio: segrega a los alumnos a una edad temprana, lo que hace que no se tengan que enfrentar a la diversidad real que existe en la sociedad hasta que son bastante más mayores y entran al mercado laboral. Por otro lado, el sistema condiciona las expectativas de los pequeños sobre sí mismos, algo que puede llevarles a mermar su autoestima.
¿Deberían los niños creer que, con esfuerzo, pueden hacer lo que quieran y cumplir sus sueños o no?
¿Deberían los niños creer que, con esfuerzo, pueden hacer lo que quieran y cumplir sus sueños o no?
Por otro lado, está claro que las condiciones socioeconómicas de cada familia determinan, en casi todos los casos, el rendimiento académico de los más pequeños. Sin duda, el sistema educativo y la escuela en sí misma deberían luchar contra este desequilibrio, convirtiéndose en un espacio en el que todos los alumnos sean iguales, sin importar su procedencia. El problema con este modelo es que la escuela se convierte en otro bache: si el rendimiento baja por las condiciones en casa, determinados niños (con mucho potencial para ir a la universidad, por ejemplo) podrían quedarse “colgados”.
A favor de lo que hace Alemania con su sistema educativo
Las cifras son claras: Alemania tiene una tasa de abandono escolar muy por debajo de la española (del 20%). Además, mientras la media europea ronda el 11%, la alemana está en el 10,1%.
La tasa de abandono escolar alemana está por debajo de la media europea… ¿habrán dado con la clave?
Para muchos, la clave del éxito de este modelo es que sabe identificar en qué tipo de estudios encaja cada niño, lo que ahorra decepciones y frustraciones. La orientación académica está muy bien definida. Por otro lado, al tratarse de un sistema abierto, nada es inamovible. Es decir, si un estudiante se da cuenta de que quiere seguir estudiando, puede hacerlo sin problemas.
Los expertos aseguran que la FP Dual es una pieza fundamental de este exitoso sistema y que, además, es la responsable de la baja tasa de desempleo juvenil en el país. Los alumnos se forman a la vez que aprenden las habilidades más demandadas por las empresas desde dentro, lo que les prepara para el futuro y les inserta, a una edad temprana, en el mercado laboral.
¿Qué te parece el sistema alemán? ¿Crees que funcionaría en España? ¿Crees que discrimina a los pequeños?
Eso sí, antes de responder a estas preguntas es importante que sepas que se desconoce la mejor edad para dividir a los estudiantes en función de sus capacidades. No hay estudios que den un número exacto.
Escrito por: Raquel Nogueira
Fuente: muhimu.es