En recientes días se han quitado placas de inauguración de alguna estación del metro de la Ciudad de México, en la cual aparece el nombre de Díaz Ordaz, con lo cual se intenta “borrarlo” (Cualquier cosa sirve para incrementar la popularidad) Esta acción tendió más a la propaganda. Es innegable que el “satanizado” personaje estuvo en la apertura de alguna línea, eso no es una mentira, y por eso existe la placa.
Lo ocurrido no es nuevo, A lo largo de la historia universal, más de un personaje del poder ha querido borrar los vestigios del pasado. Lo ocurrido es algo “lógico” en un país lleno de versiones maniqueas de los episodios patrios, en un país en el que las masas populares no conocen la historia o solo conoce la “historia oficial”. Lamentablemente la historia es un tópico alejado de la mayoría de la población lo que propicia que muchos políticos viertan mentiras sistemáticamente. Fuente: www.facebook.com