El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a muchísimas personas alrededor del mundo. Según los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad afecta a 50 millones de personas y es considerada la epidemia del siglo XXI.
Los descubrimientos recientes muestran que podría existir una proteína que retrase la evolución de la enfermedad. Según informaron científicos del laboratorio de Grifols, ésta proteína actúa transfiriéndose a los pacientes para que el avance sea con menos velocidad.
Los resultados se encuentran en el estudio clínico llamado AMBAR (Alzheimer Management By Albumin Replacement, que significa manejo del Alzheimer por reemplazo de albúmina) y afirman que el tratamiento, que se basa en las propiedades terapéuticas del plasma, logra ralentizar la enfermedad en pacientes que se encuentran en estadio moderado en el 61% de los casos.
Si bien la investigación tuvo lugar en Barcelona, participaron profesionales y especialistas de todo el mundo. Entre ellos se encuentra el profesor y científico argentino el Dr. Oscar López, quien dirige en Estados Unidos el Alzheimer Disease Research Center en Pittsburgh.
El experimento se viene desarrollando desde el 2013 y utilizan el plasma, la parte líquida de la sangre humana, que se usa para hacer medicamentos. Es uno de los primeros laboratorios en usar este tipo de proteínas para investigar soluciones y tratamientos para enfermedades autoinmunes, infecciosas, de la sangre y respiratorias. Además de eso, el estudio demostró que también podría servir para el Alzheimer.
Lo cierto es que esta noticia es muy alentadora en un contexto poco favorable, ya que se estima que la cifra va a aumentar considerablemente, llegando a un total de 75 millones de personas con Alzheimer en el 2030 y más de 135 para los próximos 30 años.
El estudio AMBAR está basado en demostrar que se puede estabilizar el progreso de la enfermedad mediante un recambio plasmático. De esta manera se sustituye la proteína llamada beta-amiloide y se la cambia por la albúmina, que tiene propiedades terapéuticas.
Según las declaraciones del presidente del laboratorio Grifols, Víctor Grifols: “los resultados abren una nueva era en el tratamiento de la enfermedad de Alzhéimer. Continuaremos explorando el potencial de las proteínas plasmáticas y del recambio plasmático en estudios posteriores”.
Por Juli Dersi
Fuente: buenavibra.es