“Y se hizo a la mar…”. Cuando un trágico hecho histórico inspira a la música folklórica.
En su número 84, de noviembre de 2018, "Pregón Criollo", la publicación oficial de la Academia Nacional del Folklore de la República Argentina, incluye una nota sobre la canción galopa (ritmo folklórico del litoral de ese país) que, bajo el título "Y se hizo a la mar..." homenajea a la única mujer a bordo del siniestrado submarino ARA San Juan, la teniente Eliana María Krawczyk.
"Yo conocí a Eliana, lamentablemente, como la conocimos muchos, a través de la tragedia, y me sentí motivado a dedicarle unos versos que, más tarde, el músico, cantante y compositor Julio Rolón, vinculado a la provincia de Misiones, de donde era oriunda Eliana, musicalizó e interpretó en guitarra y voz", contó el autor, Jorge Padula Perkins, a un medio marplatense.
Eliana Krawczyck era una de las 44 personas que formaban parte de la tripulación del submarino ARA San Juan. Era además, la primera oficial submarinista en la historia argentina y de América Latina.
"Una galopa es una transformación de la polca paraguaya", cuenta Julio Rolon al mismo medio, y agrega: "Ella era hija de inmigrantes, pero nacida en Argentina, por eso elegí un ritmo que une a las dos cosas". "Es un ritmo profundo, para escuchar, no para bailar", puntualizó.
En efecto, descendiente de judíos polacos, Krawczyk había nacido el 5 de marzo de 1982 en Oberá, Misiones, en el seno de una de las tantas familias de raíces extranjeras que conforman el crisol de razas de nuestra Nación.
Cuando descubrió su pasión por el mar, no dudó en ingresar a la Armada Argentina, de cuyo instituto de formación de oficiales egresó en el 2009. Más tarde haría lo propio respecto de la Escuela de Submarinos, para convertirse (como se señaló) en la primera oficial submarinista de Argentina y de Latinoamérica.
Más allá de su desempeño profesional y del modo en el que su condición femenina ganaba espacios en una especialidad hasta entonces reservada para hombres, Eliana era conocida por su siempre dispuesta sonrisa y su inocultable inclinación a la protección animal, que a diario ponía en juego acompañando y cuidando a los perros callejeros con los que se cruzaba.
En octubre de 2015 la Teniente Krawczyk había sido homenajeada en el recinto de la Cámara de Representantes de la Provincia de Misiones. El modo en el que definía su trabajo era claro. "Nunca tuve ningún freno ni ninguna intervención de nadie. Nunca tuve ningún problema, de hecho duermo con dos compañeros varones en el mismo camarote. Soy la única mujer a bordo y realmente los demás me hacen sentir muy bien", sostuvo en alguna ocasión consolidando la idea de que su condición femenina no fue obstáculo para su adecuado desempeño profesional.
Respecto de su percepción de los submarinos dijo alguna vez que para ella eran “impresionantes, algo intrigante y emocionante” que ser tripulante de ese tipo de embarcaciones “Es otra vida. Está la misma camaradería que en un buque pero hay lazos de unión más intensos”. Para entonces estaba destinada al ARA Salta. Un año después, habiendo alcanzado la jerarquía de Teniente de Navío, pasaría al ARA San Juan.
En este último submarino y como Jefe de Armas se produjo su desaparición, junto a otros 43 camaradas, tras una postrera comunicación cuando se encontraban navegando a 430 kilómetros del golfo de San Jorge, provincia de Chubut. Era el 15 de noviembre de 2017.
A ella está dedicada esta canción galopa con letra de Jorge Padula Perkins y música de Julio Rolon, cuya versión original interpreta (en guitarra y voz) el propio compositor.
"Y se hizo a la mar…" (canción galopa)
Letra: Jorge Padula Perkins - Música: Julio Rolon
Eliana tenía
alma de sirena
y así lo sentía.
Como agua del río
que busca los mares
buceaba la vida.
Eliana acogía
a perros sin casa
y los protegía.
Saltos y ladridos,
de sol o de luna,
feliz recibía.
Y se hizo a la mar;
serena y valiente la submarinista salió a navegar.
Y se hizo a la mar;
fuerte y decidida a enfrentar la calma o la tempestad.
Eliana tenía,
como asteroidea,
en el mar la vida.
Y era un submarino,
su albergue y carruaje,
en noches y días.
Eliana venía
de la roja tierra
que en ella latía.
De selvas y trinos;
misionera cuna
y franca sonrisa.
Y se hizo a la mar;
serena y valiente la submarinista salió a navegar.
Y se hizo a la mar;
fuerte y decidida a enfrentar la calma o la tempestad.