El 21 de mayo se celebra en el territorio colombiano el Día de la Afrocolombianidad con el fin de “darle la posición que se merece a la raza afrocolombiana que ha brindado tantos elementos a la cultura del país”. El 21 de mayo de 1851 el gobierno de José Hilario López decretó el fin de la esclavitud en Colombia, razón por la cual mediante la ley 725 del año 2001, el Congreso de Colombia estableció esta fecha de mayo como el Día Nacional de la Afrocolombianidad. Este suceso tiene como objetivo “rechazar el racismo y aceptar a todas las personas sea cual sea el color de su piel y hacer a todos partícipes de la sociedad respetando los derechos”.
Al respecto la Constitución Política de Colombia es clara al expresar que las igualdades tienen que ser reales y efectivas, así queda consignado en el Artículo 13: “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”. Postulados que en el caso de la costa pacífica nariñense no se hacen efectivos o reales por la sencilla y dura realidad que su población padece en un amplísimo margen de pobreza, miseria, altos índices de necesidades básicas insatisfechas, carencias de vías de acceso, ausencia total en muchas poblaciones de acueducto y alcantarillado o tan sólo de interconexión eléctrica. Se sufre de infraestructura educativa o de atención hospitalaria y, desafortunadamente, es la población infantil la más afectada y desprotegida.
Los diferentes gobiernos de turno se comprometen a llevar progreso y desarrollo a esta importante región nariñense; pero ni los recursos económicos ni su voluntad alcanzan para volver efectivos estos anhelos. La pobreza crece y la miseria se multiplica ante la indiferencia del gobierno central y de los propios de esta región. Sin embargo también es bien conocido el gran potencial económico de la región del Pacífico nariñense: turismo, gastronomía, agricultura, paisaje, mar, esteros, pesca y un sinnúmero de posibilidades que parecen marchitarse ante la perplejidad de nuestra propia gente. Bien decía en una de sus columnas el recordado Poncho Rentería y en un tono irónico y desafiante a nuestra clase dirigente que deberíamos vender Tumaco a los japoneses para que ellos en un dos por tres lo conviertan en un potencial económico y saquen a su gente de su ancestral atraso.
Con el fin de dar a conocer las potencialidades y abandono de la Costa Pacífica nariñense proponemos visibilizarla regional, nacional e internacionalmente este 21 de mayo. Publiquemos en las redes sociales o la creación de una página web especializada y funcional fotografías, videos, paisajes, mar, actividades económicas, lo mismo que su gente y sus afanes. Destaquemos sus bellezas y su hospitalidad, la puesta en escena de tantos recursos que se pierden o se quedan en manos ajenas e indolentes del gran conglomerado humano de la Costa Pacífica. Atraer mediante estrategias modernas la posibilidad de inversión pública y privada, de captar la atención e interés de grandes empresarios que buscan con afán dónde invertir copiosos recursos.
Que este 21 de mayo las redes sociales se colmen de imágenes y videos cortos de la Costa Pacífica Nariñense. Que la visibilicemos, que hagamos un acto de conciencia y contrición los nariñenses. Que veamos a su gente, a sus escuelas, sus viviendas, sus medios y vías de comunicación, sus niños y sus ancianos. Que mostremos cómo se vive en la costa pacifica de Nariño y que reclamemos en conjunto la atención del gobierno central, el cuidado de la administración departamental y generemos conciencia en los propios de esta región.
Se hace necesario un recorrido por toda la Costa del Pacífico nariñense, trazar una especie de inventario, de expedición geográfica, cultural y socioeconómica que nos permita vislumbrar de forma contundente y definitiva un derrotero que cambie la realidad de abandono por una nueva mirada de oportunidades y posibilidades. Este 21 de mayo todos los nariñenses somos habitantes del mar. Sea este un llamado a nuestras autoridades para que este emprendimiento se haga efectivo con su participación y concurso. El desarrollo de Nariño se encuentra en esta excepcional región. No esperemos que su gente se canse de esperar y decidan alcanzar por mano propia lo que históricamente les hemos negado.