Combinar el pago de una hipoteca, un préstamo personal y las cuotas de varias tarjetas de crédito en un único préstamo con garantía hipotecaria puede ser la última alternativa, no exenta de riesgo, para las familias muy endeudadas. Esta opción financiera tiene algunas ventajas e inconvenientes.
La consolidación de deudas permite a los consumidores combinar todas las deudas acumuladas en una sola hipoteca. Al tener un pago único, pueden beneficiarse de un mejor control de los pagos y de unos costes mensuales más bajos.
Más rentabilidad
Al unificar las deudas en un solo plazo con un periodo más largo y un solo tipo de interés, se reduce el importe mensual que se destina a la amortización de la deuda. De este modo, la reunificación permite a los consumidores disponer de más dinero en efectivo cada mes.
La reunificación también permite determinar el periodo de amortización de forma más flexible, en función de una serie de factores como la edad, el plazo restante de la hipoteca y el capital restante.
Los préstamos para la reunificación tienen tipos de interés más altos que las hipotecas normales, pero algunos tienen tipos de interés más bajos que los préstamos personales. Por tanto, es posible encontrar en el mercado opciones con tipos de interés cercanos al 4%. La última y principal ventaja de la reunificación de deudas es que permite a las familias saldar sus deudas y no perder su vivienda.
Aspectos negativos
Lo que es una ventaja es también un gran riesgo, y es que la consolidación es la última oportunidad para el consumidor, por lo que un impago puede suponer la pérdida de todos los bienes.
Por otro lado, aunque a corto plazo las mensualidades son más bajas, a largo plazo el coste total de la deuda aumenta, porque el plazo es más largo y los intereses se aplican durante más tiempo.
Además, la consolidación de deudas en un solo préstamo tiene un coste que se refinancia y se incorpora al importe total. En consecuencia, aumenta el capital a amortizar tras la reunificación.
Fuente: inmofinan.es