Valentina Maureira era una niña de 14 años que, por desgracia, había sufrido fibrosis quística desde que tenía solo dos años. La niña, que padecía dolores intensos propios de la grave enfermedad a diario, en reiteradas ocasiones pidió al Gobierno de Chile que, a pesar de la legislación, le dejaran terminar con su vida para así poder descansar.
No obstante, en Chile la legislación no permite la eutanasia ni el suicidio asistido. Es por ello que aunque la pobre chica tenía como único y último deseo recurrir a una jeringuilla que la hiciera descansar para siempre, el Gobierno no permitió que la chica viera cumplida esta petición.
En realidad, más allá del debate ético y moral que se plantea sobre la eutanasia, debemos pensar en lo que la cruda realidad es. Y es que esta niña lo estaba pasando tan mal a causa de su enfermedad que hizo un llamamiento a la misma Presidenta de Chile para que le permitiera descansar, pero esta no aceptó. Al final, la misma enfermedad acabó con su vida y ya puede descansar.
Y tú ¿La habrías dejado recurrir a la eutanasia?
Fuente: difundir.org