Muchas veces el estrés, las preocupaciones diarias y el trabajo no nos permite relajarnos de forma adecuada.
Sin embargo, si tomamos unos minutos de nuestro agitado tiempo, podremos, en nuestro propio cuarto de baño, disfrutar de una buena relajación y, a la vez, de un ritual de belleza.
A continuación algunos consejos para ello:
Cómo convertir un cuarto de baño en un SPA
Tal vez el secreto para convertir un cuarto de baño en un SPA consiste simplemente en regular la intensidad y temperatura del chorro de la ducha.
Para un masaje antiestrés y anticontracturas, sólo es necesario agua caliente y a presión moderada, recorrer espalda, costados y pecho por 10 minutos. Por último, se detiene el chorro en nuca y hombros, donde se acumula la tensión.
Para un masaje estimulante, se debe colocar el chorro de agua con una presión muy fuerte. Con ello, se conseguirá el mismo efecto vigorizante que el que proporciona un masaje.
Si lo que se desea es un baño relajante o vivificante, se aconseja sumergirse en un baño de espuma, de sales o con aceites esenciales (de lavanda o verbena) y dejar que el cuerpo y la mente se relajen.
Si se tienen las piernas pesadas, se puede probar una ducha escocesa. Para ello, se puede alternar el agua caliente (varios minutos) y fría (de 5 a 45 segundos) subiendo de tobillos a muslos lo cual mejorará el retorno venoso. Después, se aplica una crema con activos que refuercen los vasos sanguíneos (vid roja), activen el riego (extractos de árnica) y drenen (hiedra).
Para lograr un efecto relajante en los pies, se sumerge éstos por unos minutos hasta los tobillos en la bañera con agua tibia. Después se hace lo mismo en una cubeta de agua fría para que el contraste de temperatura active la circulación.
Si además se quiere estimular la planta de los pies, se aconseja colocar arena o piedrecitas pequeñas en la bañera y caminar unos minutos sobre ellas. Una vez secos, se aplica una crema rica en hidratantes como la urea y la glicerina.
Otras alternativas
Si ya has convertido tu baño en un spa, pero después de un tiempo lo que quieres es salir de tu casa para que te mimen, puedes acudir a un spa profesional.
Mucho ha cambiado con el tiempo lo que ofrece un spa; hoy en día, sabores, olores, texturas, temperaturas y hasta la más refinada ciencia, se unen con la finalidad de ofrecer tratamientos beneficiosos para cuerpo y alma.
Chocolaterapia Se ha convertido en uno de los tratamientos preferidos por los usuarios de spa alrededor del mundo. Consiste en un masaje que en lugar de aceites o cremas hidratantes utiliza, directamente sobre el cuerpo, chocolate puro. Esta sustancia se aplica en estado líquido, y a una temperatura que permite entibiar el cuerpo. Entre sus bondades se incluyen efectos drenantes, anticelulíticos, antidepresivos y antiansiedad, además que retrasa el envejecimiento de la piel.
Piedras calientes Proporcionan a un día de spa un toque de cultura oriental; su acción se enfoca en la activación de los siete chakras, que se consideran puntos de energía vital. Las piedras utilizadas son provenientes de ríos, y se alternan algunas calientes (por lo menos a 50°) y otras frías (a no menos de 8o), ubicándose en distintos puntos de la espalda, brazos, piernas y nuca. El tratamiento con piedras calientes y frías permite relajar músculos y aliviar dolores, mientras se beneficia el sistema circulatorio y el metabolismo celular.
Vinoterapia Es otra opción a la que recurren con frecuencia quienes visitan un spa. Para este tratamiento se aplican aceites con vinos de uva, fermentados y no fermentados. Este procedimiento concentra beneficios terapéuticos y estéticos, a través de masajes, exfoliaciones y peelings.
Ya sea en tu casa o en un spa profesional, te puedes beneficiar de la eliminación de toxinas y las células muertas, todo en un ambiente relajado y sin tensión.
Fuente: www.consejos-de-belleza.com