En Seattle, hace años que se lleva a cabo un experimento pionero: hay una residencia de ancianos que acoge una guardería preescolar.
La residencia Providence Mount St. Vincent, en Seattle, ha dado con este innovador proyecto mucho para reflexionar, ya no solo por los beneficios para niños y abuelos sino a nivel sociológico, a nivel cultural. Y es que pese a la diferencia generacional, abuelos y niños de escasa edad comparten muchas más cosas de las que uno piensa.
En este proyecto 400 personas de la tercera edad vieron como niños preescolares invadían su lugar de descanso, llenándolo todo de color, vida y distracción.
Para muchos abuelos esto ha supuesto una vida más alegre, más distraída. Hay que contar con una estadística clave: el 43% de las personas ancianas de Estados Unidos están aisladas socialmente y esto lleva a otros problemas como la soledad y la depresión.
Pero la compañía de los adultos también es beneficiosa para los más pequeños. Comprender mejor la vida, mejorar sus habilidades sociales, tener muchos más conocimientos y fomentar el respeto y los valores.
Evan Briggs quiso documentar este maravilloso proyecto que enseñaba cuánto cambiaban los abuelos y también los niños cuando interactuaban juntos. Así, estos últimos tres años Evan se dedicó a hacer “Present Perfect”, un documental que ahora debe terminar. Para acabarlo, Evan necesita financiación y por eso ha abierto el proyecto de Kickstarter “Present Perfect: A documentary film”. El caso ha llegado a impactar tanto que, aunque quedan 10 días para acabar, ya ha recaudado casi 100.000 dólares, 50.000 más de los que necesitaba en su primera fase.