El sueño multifásico es frecuentemente relacionado con el genial artista e inventor renacentista Leonardo Da Vinci. Para pensar, probar y poner en práctica sus numerosas ideas él necesitaba mucho tiempo pero tal y como para muchos de nosotros, para él también era insuficiente.
Al ser una persona ingeniosa, Da Vinci decidió optimizar su tiempo de sueño nocturno y dividió las horas de descanso nocturno en varias partes (fases), haciéndolo multifásico. Empezó a dormir 15 mintuos cada 4 horas.
Su experimento resultó en la capacidad de reducir a una hora y media el tiempo que pasaba dormido, pudiendo así dedicarle más tiempo a sus creaciones. Este tipo de sueño multifásico fue usado por el maestro Da Vinci a lo largo de varios años sin experimentar cansancio y logrando reponer sus energías en un 100% cada vez.
Se sabe que fisiológicamente hablando el tiempo más productivo para el arte y el trabajo es el que va después de dormir. Durante este periodo la eficiencia de la mente y el cuerpo es especialmente alta. La interrupción del tiempo de vigilia cada cuatro horas, seguido de un corto descanso aumenta considerablemente el tiempo en el que somos capaces de realizar tareas eficientemente.
Años de práctica y experimentación de los discipulos del gran genio les permitieron distinguir algunas “técnicas efectivas para tener un sueño multifásico”:
Dormir 30 minutos cada 6 horas (régimen dymaxion);
Dormir 20 minutos cada 4 horas (régimen uberman);
Dormir de 1.5 a 3 horas durante la noche y luego dormir 3 siestas de 20 minutos durante el día. (régimen everyman);
Dormir 2 horas durante la noche y luego 20 minutos durante el día (régimen tesla);
Dormir cinco horas durante la noche y luego una hora y media durante el día. (régimen siesta).
Vale la pena recordar que cada organismo es único y por eso es posible que no todos puedan llevar a cabo el sueño multifásico.
Fuente: la100.cienradios.com