Se ha encontrado un hombre enamorado en el barrio de San Telmo esta mañana con palpitaciones propias de un corazón gigante que no le entra en el pecho. El hombre declaró que al sentirse tan enamorado se le desfigura la cara pasando entre las sonrisas y las caras más tristes por razones poco razonables. "el corazón no tiene razón" se excusó el simpático y casi ridículo, enamorado que además dijo vivir en el barrio de Boedo con su amada inmortal, sus miminos peluchones y más mimosos del mundo y entre ficus y un jardín del Edén.