La vitamina D ayuda a fijar el calcio en los huesos previniendo ciertas enfermedades como el raquitismo, la osteoporosis, diabetes, algunos tipos de cáncer y la depresión. El déficit existente de esta vitamina se agudiza en invierno por la poca exposición al sol.
Michael F. Holick, profesor de medicina, fisiología y biofísica del Boston University Medical Centery es el máximo referente mundial en investigación sobre vitamina D y contó hace unos meses a Infobae que "estamos en un momento socio-histórico complicado, de difícil resolución. El ser humano siempre ha dependido del sol para su requerimiento de vitamina D, pero durante los últimos cuarenta años los dermatólogos le dicen a la gente 'nunca se exponga al sol directo', entonces por eso ya no hay vitamina D".
Holick ha colaborado en la concientización a la comunidad médica de la pandemia actual de déficit de vitamina D y su rol en la salud ósea, cardiovascular, su incidencia en algunos cánceres, enfermedades autoinmunes y en el embarazo.
Recientemente, un estudio realizado en la Universidad de Queen Margaret de Edimburgo en Escocia con trece participantes, demostró que las personas que tomaban vitamina D –luego de veinte minutos de ciclismo- eran capaces de realizar un mayor esfuerzo físico y tener mayor resistencia. Además, el estudio también expuso que "la hormona del estrés había disminuido luego de la ingesta de la píldora".
El autor del estudio, Dr. Emad Al-Dujaili, sostuvo que "la falta de vitamina D puede tener severas consecuencias en el organismo ya que posee un mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple con baja concentración y una mayor discapacidad. También, el déficit de vitamina D genera cansancio físico y la aparición de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoidea".
Bajo estos factores, queda manifestado que se puede generar un déficit de vitamina D por varias razones: baja exposición solar, mala absorción alimenticia, genética o algunos medicamentos que aceleran el metabolismo, entre otras.
La medida ideal
Por los beneficios de esta vitamina, es necesario producirla durante toda la vida y en todas las etapas. En los niños, el primer año de vida es central. Las sociedades internacionales de pediatría y la Academia Americana de Pediatría recomiendan 400 UI (Unidades Internacionales) por día (aprox. 10 microgramos).
En el caso de niños y adultos, las sociedades de endocrinología internacionales sugieren entre 600 a 1000 UI (Unidades Internacionales) por día. Con ajustes en los casos de personas que sufren obesidad.
Para Claudia Sedlinsky, médica endocrinóloga y especialista en osteología, los niveles de vitamina D se miden a través de un simple análisis de sangre. Su aporte adecuado es necesario en todas las etapas de la vida ; ya que la vitamina D tiene impacto fundamental sobre la gestación del bebé, así como sobre el riesgo de obesidad. Los niveles de ingesta de estos nutrientes suelen ser insuficientes en la Argentina.
Fuente: www.infobae.com