Según el Instituto Nacional del Cáncer (INC), la Argentina se encuentra dentro del rango de países con incidencia de cáncer media-alta, es decir que cada año habrá 2 casos nuevos cada mil habitantes.
La enfermedad causa en el país 60.000 muertes anuales, de las cuales más del 90 por ciento se produce en personas mayores de 44 años de edad.
El tener en el país una incidencia de cáncer media-alta y saber que en el mundo la cifra de enfermos crece año tras año, nos recuerda los peligros de contraer esta enfermedad y por ello, analizar cuáles son los factores de riesgo presentes en el medio ambiente que producen cáncer.
Desde productos de industrialización y naturales hasta caños de escape, aerosoles, dietas especiales e, incluso, algunos medicamentos. Las poblaciones expuestas -en relación con las que no están expuestas- son las que tienen más riesgos.
En el Día Mundial del Cáncer, que el calendario internacional establece el 4 de febrero, Guadalupe Pallotta, presidenta de la Fundación Tiempo de Vivir, recordó el relevamiento que hace año tras año la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los factores de riesgo para contraer cáncer.
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Aproximadamente un 30 por ciento de las muertes por cáncer son debidas a cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos:
1- Indice de masa corporal elevado
2- Ingesta reducida de frutas y verduras
3- Falta de actividad física
4- Consumo de tabaco
5- Consumo de alcohol
El consumo de tabaco es el factor de riesgo más importante, y es la causa más del 20% de las muertes mundiales por cáncer en general, y alrededor del 70% de las muertes mundiales por cáncer de pulmón.
Según la OMS, los cánceres causados por infecciones víricas, tales como las infecciones por virus de las hepatitis B (VHB) y C (VHC) o por papilomavirus humanos (PVH), son responsables de hasta un 20% de las muertes por cáncer en los países de ingresos bajos y medios.
El cáncer es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo; en 2012 hubo unos 14 millones de nuevos casos y 8,2 millones de muertes relacionadas con el cáncer. Y se prevé que el número de nuevos casos aumente en aproximadamente un 70% en los próximos 20 años.
En su relevamiento, la OMS alerta que en 2012, los cánceres diagnosticados con más frecuencia en el hombre fueron los de pulmón, próstata, colon y recto, estómago e hígado. Y en la mujer fueron los de mama, colon y recto, pulmón, cuello uterino y estómago.
Se prevé que los casos anuales de cáncer aumentarán de 14 millones en 2012 a 22 millones en las próximas dos décadas.
Pallota, creadora del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Italiano de Buenos Aires, agregó que existen factores de riesgo en el medio ambiente que colaboran con el desarrollo de esta enfermedad: productos de industrialización como el cromo, arsénico y polonio, elementos o productos que nos rodean: aerosoles, caños de escape, etc.
Cuando el sobrepeso y obesidad inciden
La doctora Romina Wulfsohn, profesional del Centro Terapéutico doctor Máximo Ravenna explicó cómo la obesidad tiene relación con el desarrollo de esta enfermedad y cómo modificar ciertos hábitos es clave para prevenirla.
"El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Una de cada cuatro mujeres y uno de cada tres varones serán diagnosticados con cáncer a lo largo de sus vidas", explicó Wulfsohn y agregó que aproximadamente el 40 por ciento de los cánceres son prevenibles evitando la exposición a factores de riesgo y adoptando hábitos saludables de vida.
La especialista indica que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar 10 tipos de cánceres. Por cada suba de peso de entre 13 y 16 kilos crece de 9 a 62% la chance de sufrir cáncer. Los cánceres más relacionados al aumento de peso son: hígado, colon, ovarios y mama en la post-menopausia.
Aproximadamente un 30 % de las muertes por cáncer pueden prevenirse con cinco cambios nutricionales y conductuales:
Mantener un peso saludable a lo largo de la vida
Ser físicamente activo de cualquier manera, todos los días, 30 minutos o más
Elegir alimentos naturales, consume más frutas y verduras, limita las carnes rojas y evita las carnes procesadas
No fumar
Evitar el consumo de alcohol
La doctora María Alejandra Rodríguez Zía, médica endocrinóloga, explicó a LA NACION, que las células normales de nuestro cuerpo son tan eficientes que pueden vivir, multiplicarse y cumplir todas sus funciones recibiendo la energía desde las proteínas como las carnes (vacuna, porcina, pescado, aves), la clara del huevo y las legumbres (lentejas, porotos, garbanzos, arvejas).
"Si comemos una porción de carne magra con ensalada, o una porción de revuelto de arvejas con huevo estamos alimentando la estructura de nuestro cuerpo para que crezca y también las células normales pueden utilizar estas comidas para producir la energía que necesitan. Una célula cancerígena no puede hacer esto, es tan inmadura que no tiene la maquinaria suficiente para transformar una proteína de estos alimentos y obtener su energía", afirmó.
La célula cancerígena sólo utiliza la glucosa (azúcar blanca, miel, arroz blanco, papa) a una velocidad 100 veces mayor que cualquier célula normal del cuerpo para poder vivir y multiplicarse.
"Si una persona tiene cáncer y le damos alimentos que se transforman rápidamente en glucosa será tomada por la célula cancerígena mucho más rápido y con mayor avidez que las células normales produciendo su crecimiento y su mayor multiplicación", afirmó Rodríguez Zía.
Por otro lado, experimentos que se han hecho en animales e incluso en el ser humano acerca de la "restricción calórica" han demostrado que previenen el cáncer, el sobrepeso y la epidemia de enfermedades cardio y cerebro vasculares.
La alimentación, clave
Los médicos suelen recordarnos que una buena nutrición es indispensable para que el cuerpo incorpore los nutrientes, reemplace tejidos y se mantenga fuerte y en buen estado. Por ello es importante que disponga diariamente de las vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, grasas y agua que el cuerpo necesita.
"Cuando comemos, damos a nuestro cuerpo las herramientas que necesita para seguir adelante. Cuanto mejor sea lo que ponemos sobre la mesa, mejor se comportará nuestro organismo. En procesos como el cáncer es muy importante nutrirse bien ya que está comprobado que la ingesta de ciertos alimentos ayuda al paciente a mantenerse con energía, fuerte y con buen ánimo. Pero además, existen alimentos antioxidantes que previenen el crecimiento y la proliferación de las células tumorales, mucho mejor", precisó el doctor Ernesto Crescenti, director del Instituto de Inmunooncología de su mismo nombre.
¿Cuáles son los alimentos antioxidantes que funcionan mejor contra el cáncer?
Té verde: Se trata de una poderosa bebida antioxidante y anticancerígena gracias a los polifenoles que contiene
Trigo y centeno: Tienen la capacidad de acelerar el tránsito intestinal y ayudan a prevenir el cáncer de estómago, colon, páncreas y mama
Tomate: Contiene licopeno, que consigue disminuir la incidencia del cáncer en pulmón, próstata y en todo el tracto digestivo
Aceite de oliva: Sus compuestos polifenólicos ayudan a combatir el cáncer de mama en sus fases más agresivas
Brócoli: Contiene sulforafano e isotiocianatos, que detienen la proliferación de células cancerosas en las etapas más iniciales del cáncer de colon, hígado, huesos, piel, próstata, mama, vejiga o páncreas
Aloe vera: Fortalece el sistema inmunológico y previene los daños de las fases incipientes del cáncer de páncreas y pulmón
¿Qué nutrientes necesita un paciente oncológico?
Proteínas: Son importantes para el crecimiento y la reparación de los tejidos. Tras la cirugía y durante la quimioterapia y radioterapia es importante un aporte extra de proteínas a través de carnes rojas magras, huevos, lácteos sin grasa y legumbres
Grasas: Son una fuente de energía rica para el cuerpo, pero hay que procurar que sean monoinsaturadas en vez de saturadas. Se pueden ingerir a través del aceite de oliva y en menor medida, en carnes rojas y leche entera
Minerales y vitaminas: Podemos adquirirlos a través de los alimentos o de suplementos para ayudar a que nuestro cuerpo ingiera mejor la energía de lo que consumimos
Carbohidratos: Nuestro cuerpo utiliza los carbohidratos para mantenerse en movimiento y la persona que padezca cáncer debe incorporarlos a su dieta a través de frutas, verduras y granos enteros, que a su vez contienen vitaminas, minerales esenciales y fibra. Por ejemplo, cereales, pan, harina, arroz, papas o legumbres
Se recomienda, tanto para los pacientes oncológicos como para la comunidad toda, potenciar la preparación de comidas en las que las protagonistas siempre sean las verduras, tanto frescas como cocidas (al vapor si es posible) y acompañadas de carnes (mejor si son blancas) y pescado. También hay que comer mucha fruta y asegurarse de estar siempre bien hidratados a base de agua, jugos naturales y batidos antioxidantes.
Diagnóstico temprano
Durante el 2015, la "Coalición Cáncer Argentina" definió las prioridades para los pacientes, y las presentó a los referentes de salud de los diferentes espacios políticos. Una de las propuestas es generar la capacitación de médicos de atención primaria para mejorar el diagnóstico temprano del cáncer.
La atención primaria es, en muchos casos, el único espacio de encuentro entre el paciente con cáncer y el personal de salud. La evidencia internacional muestra que a mayor pobreza, más aumenta el riesgo de pasar por alto los signos y síntomas del cáncer.
En Argentina, las personas de menor nivel de ingresos, por su bajo grado de educación y por contar con una sola cobertura de salud, que es la pública, se realizan menos estudios de detección que los necesarios. Está demostrado que estas personas están un 37% más propensas a demorar la consulta.
Fuente: www.lanacion.com.ar