Un día, quizás no muy lejano, Google o algún otro gigante de internet se saldrá con la suya y el wifi terminará siendo como el aire que respiramos: gratuito y presente en todas partes. Sin embargo, hasta que llegue ese ansiado momento, los usuarios tendremos que seguir lidiando con las conexiones que facilitan las operadoras de telefonía a través de los routers, esos aparatos que enchufamos un día y de los que solo nos acordamos cuando internet se cae o empieza a ir a una velocidad sospechosamente baja.
Para empezar, la ubicación del router es clave. No influye solo la distancia que haya entre el aparato y una habitación para que la conexión llegue de forma correcta, sino también la cantidad de obstáculos que tengan que superar las ondas para hacerlo. Así, no solo habría que intentar que el router esté enchufado en el centro de la vivienda, sino que, para hacer que la señal tenga la mejor cobertura posible, deberá estar lejos de paredes y rincones. Desde luego, meterlo en un mueble no sería una buena idea.
La aplicación WiFi Solver FDTD, disponible solo para Android, puede ser de utilidad a la hora de averiguar cuál es el mejor sitio para colocar el router. Creada por el físico Jason Cole, la herramienta permite subir un plano de tu casa e indicar dónde se encuentra el router para ver cómo se reparte la señal del wifi. Lo hace gracias a la ecuación de Helmholtz, que permite entender la distribución de las ondas electromagnéticas emitidas por el aparato.
No obstante, además de la ubicación del router, las interferencias producidas por otros electrodomésticos también pueden hacer que la señal no llegue con toda la calidad posible al ordenador o dispositivo móvil, por lo que no solo hay que tener en cuenta cuántas paredes y recovecos hay entre la fuente de nuestra conexión wifi y el equipo en cuestión.
Fuente: www.elconfidencial.com