Cultura Colectiva- La realidad es que los smartphones se han convertido en el punto alrededor del que giran muchas vidas. Por lo que además de la dependencia desarrollada por dichos aparatos, éstos se han transformado en la mayor amenaza del hombre. Simplemente pensemos en algo: ¿quién de nosotros apaga el celular durante el día, cuántas veces has dejado que se te acabe la pila por completo, cuánta información perderías si alguien robara tu celular, al dormir dejas tu smartphone lejos de tu cama para descansar?
Las respuestas son muy obvias y justo ésas han originado que los celulares inteligentes potencien una serie de desórdenes mentales peligrosos, los cuales, puede que estemos a tiempo de evitar.
*La técnica de control de masas a través de la estupidez artificial
El impacto en nuestra salud física y mental que muchos expertos han augurado para los próximos años es desolador. Enfermedades y trastornos psicológicos son parte del producto que la telefonía móvil en combinación con Internet han creado durante los últimos años. En primer lugar, el celular es una prótesis digital e innecesaria que por supuesto ha atrofiado nuestros cerebros. La inteligencia y el ejercicio que practica nuestro pensamiento se ha aletargado debido al uso desmedido de la inteligencia artificial, es decir, de los smartphones.
Por otro lado, el estrés, la ansiedad y el miedo han aumentado como crisis temporales o crónicas en todos los seres humanos. Estos trastornos se adjudican a una serie de situaciones y características de las mismas que nos llevan a perder la cabeza. Desafortunadamente, los teléfonos inteligentes encabezan lista de razones por las que las personas padecemos episodios de estrés, angustia y pánico con tanta constancia. Perder el celular, no tener señal, acabarnos el espacio de nuestra memoria digital, no poder cargar la batería del móvil, etc. son algunas de las razones por las que el celular se ha convertido en un problema, más que en una herramienta.
*La tecnología está apoderándose de nuestra vida
En un estudio realizado por la operadora británica Sky Broadband se reunió a un grupo de personas que utilizaban frecuentemente el celular con diferentes motivos. A todos se les retiró el teléfono por un día y los efectos que ese grupo experimentó fueron los siguientes:
-Sensación de adicción, depresión y ansiedad.
-Imposibilidad de mantenerse desconectado durante 24 horas.
-Sensación de que han perdido una parte importante de sí mismos.
-Sentimientos de soledad, angustia y aislamiento.
-Imposibilidad de encontrar recursos alternativos para pasar el tiempo y entretenerse.
Otro de los desórdenes que los smartphones han desatado es el “síndrome de la vibración fantasma”, el cual nos hace sentir que el teléfono vibró o inclusive sonó, cuando en realidad no existe ninguna llamada, mensaje o notificación de por medio. Lo más impresionante es que algunos investigadores de la Universidad de McMaster, en Ontario, llegaron a la conclusión de que todos estos desórdenes son sólo el inicio de lo que podría forjarse como una nueva patología psicológica.
Finalmente, debemos aclarar que el smartphone no es el culpable, sino el uso desmedido que le damos. La dependencia a este aparato viene de la mano con otras aplicaciones y sobre todo, a partir de la conexión permanente que tenemos con las redes sociales.
La única solución a esta problemática es personal, pues sólo a partir del uso racional de nuestros smartphones podríamos evitar grandes y futuros problemas.
Fuente: culturacolectiva.com