La meditación tiene una connotación en occidente diferente a la que tiene en Oriente. En Occidente la meditación esta asociado con el acto de pensar en algo o en algún tema. En Oriente la meditación esta referida a no pensar, a encontrar serenidad en el silencio y en la quietud. Pensar en su importante y es un ejercicio intelectual que ayuda a mantener activo nuestro estado mental. Sin embargo, es en los momentos en que tomamos tiempo para relajarnos y descansar esa actividad mental donde surgen las mejores ideas e igualmente surgen nuestros estados de paz mas auténticos. La meditación oriental enseña a cada hombre a encontrarse con su ser interior, su propia voz, el vacío iluminador. Ambos conceptos son importantes y muy útiles para que el hombre pueda realizarse íntegramente. Es necesario que pueda existir presencia de ambas meditaciones en la vida de todo ser humano estableciendo un equilibrio saludable entre ellas. Pensar mucho mantiene al hombre estresado, inquieto, enfocado en lo externo. No pensar te mantiene ajeno de la dinamica actual de la vida, de tu interacción con otras personas. Mantenerse siempre relajado no es una opción cuando debes trabajar para llevar alimento a casa, pagar la educación de los hijos, vivienda, salud,ropa, etc. Pero sin duda experimentar los estados de conciencia al meditar nos adentra en una nueva dimensión de realización y plenitud. Es entonces importante mantener un balance adecuado y saludable de ambas.