Cuando no existían las maneras tan inmediatas de comunicarnos, los periodistas y sus medios nos acercaban allá donde estuviéramos todo lo que ocurría en nuestro barrio, pueblo, ciudad o en el propio país. Y por supuesto, también nos llegaban noticias de otros mundos. Por aquel entonces alejadisimos. Eran otros tiempos donde comenzaba casi todo. El despertar de las conciencias, la cultura de las cosas etc. Y poco a poco esta sociedad, la nuestra, fue creciendo al amparo de sus sombras y sus luces. La información tenia dos vertientes muy importantes en aquellas coyunturas. Por una lado, la que defendía un modo de vida basado en la dictadura de un señor. Por otro, la que hacia todo lo posible para derrocarlo. Y en el medio, nosotros. En ese territorio comanche sin mas armas que la fe en las palabras de unos y otros fuimos creciendo. Mas tarde nos fuimos posicionando hasta el día de hoy. El periodismo abrió caminos, de eso no cabe duda. Destapó cloacas inauditas y en muchas ocasiones, fue el muro de contención ante el abuso y los fuera de juego. Pero también se prostituyo, se dejo comprar y tomo posiciones ideológicas con descaro y en ocasiones, nocturnidad. Entonces, la esencia y el objetivo dejo de existir y se convirtieron en Oligopolios poderosos cotizando incluso en los mercados internacionales. Capaces de derrocar gobiernos sin escrúpulos traspasando todas las lineas rojas del propio Código. Hoy es otro poder que intenta controlar y controlarnos. A veces lo consigue, pero creo que ya no los necesitamos. Así de claro. SIGUE LEYENDO
Fuente: imanolgomez.blogspot.com.es