Por: Andres Lagunas
Nunca antes el PRI en Morelos había tenido una crisis interna como la actual. Sus viejos liderazgos lucen agotados, por el tiempo y porque ya no tienen el brío para tratar de articular un partido en el cual muchos militantes analizan si se quedan o se van, seducidos por el PRD o en busca de subirse a un barco que luce poderoso, como es Morena.
En este contexto me llamó la atención la reunión que más de 30 líderes regionales del PRI, sostuvieron este martes con la ex candidata al gobierno de Morelos, Maricela Sánchez Cortés. ¿Para qué?, decidí no invadir la mínima privacidad que tuvieron en el restaurante Los Vikingos, que sigue siendo la cafetería más agradable para hablar de política y para encontrarse con políticos.
En el cruce forzoso, en el pasillo, con algunos, me resultó inevitable preguntarles si estaban organizando una renuncia masiva. “Para nada, aca nos quedamos”, respondió Andrés Huicochea, el ex candidato a la presidencia municipal de Temixco.
Han pasado dos décadas y media desde que el PRI ganó su última elección en Morelos. Aquellos años de carro completo ahora son historias que muy pocos sobrevivientes del priismo pueden contar. Los “jóvenes” priístas morelenses realmente solo han probado las derrotas.
En 1994 el PRI ganó por última vez la gubernatura en Morelos y la mayoría del Congreso. En el 97 sufrió su primera derrota significativa, era un escándalo porque de 30 diputados solo tendría 11, y había perdido Cuernavaca.
El 2000 perdió la gubernatura y por primera vez fue segunda minoría en el Congreso. En el 2009 tuvo un regreso ganando la mayoría simple del Congreso y recuperando la capital, pero todo lo volvió a perder en el 2012. La historia de derrotas anteriores y recientes son conocidas. El PRI apenas ganó 3 municipios en las elecciones del 2015. Su presencia en el Congreso también siguió a la baja.
El reciente gasolinazo, y la alianza de sus diputados con el PRD, hacen que en reuniones como la que vi en Vikingos, los priístas luzcan cabizbajos, sin ánimos y sin argumentos para ir a las elecciones. De seguir en esa ruta, de derrota anticipada, es muy probable que siga el tránsito de liderazgos hacia Morena y el PRD.
La contienda en el 2018 sería entre PAN, Morena y PRD. Veremos si como en los equipos de fútbol, con la llegada de nuevo técnico, con nuevo presidente, el PRI tiene algún resurgimiento. Por ahora quizás su máximo orgullo es que uno de sus consejeros políticos, Rodrigo Gayosso Cepeda, dirige al PRD.