Al principio, todas las relaciones son hermosas y con mucha paciencia, pero con el paso del tiempo; solo algunas se mantienen.
De pronto, te encuentras con que la rutina llega a tu vida y que con el paso del tiempo esa hermosa relación no se parece en nada a la que tenías cuando se conocieron.
Y aunque se sigan amando, la monotonía diaria hace que la relación caiga en lo aburrido. Si te encuentras en esa situación ponte las pilas, pues es muy probable que tu pareja esté próximo a ponerte los cuernos, si no es que ya lo está haciendo.
Aquí te dejo algunas de las actitudes que toman algunos infieles, algunas podrán ser muy obvias, pero otras no.
Utiliza el móvil a escondidas.
Una de las señales es que él no responde las notificaciones cuando estás tú presente y por más insistente que pueda parecer la otra parte, él hace como si no recibiera nada diciendo que no es importante.
Utiliza el móvil con mucho más frecuencia que antes, siempre tiene su whatsapp en on fire. Y con el pretexto del trabajo le llegan mensajes a altas horas de la noche y durante el fin de semana, pero que si estás tú presente no los contesta.
Para contestar se lleva el celular a la cocina, al baño, a cualquier otro lado en el que no estés tú. Ha convertido el celular en una extensión de su mano, lo esconde y deja de hacer lo que estaba haciendo.
Tiene nuevos gustos.
Así nomás, de la noche a la mañana empieza con gustos raros o diferentes a los que siempre ha tenido. Por ejemplo, empieza a escuchar música que nunca le llamó la atención, lee nuevos libros que nada tienen que ver con su personalidad y tiene nuevas aficiones.
Si tu pareja ha empezado a tener nuevas aficiones y no te cuenta de donde las ha obtenido, ponte las pilas es posible que te esté poniendo el cuerno.
Hay un cambio drástico en su apariencia.
Si tu pareja de pronto se ha modificado de peinado, se deja la barba sin razón aparente, como ascenso en el trabajo o porque llegó a una edad significativa, solo porque “necesita un cambio”, hay grandes posibilidades de que esté siendo infiel.
Esconde detalles financieros.
Antes tenías acceso libre a su cuenta, le pedías dinero y te lo daba. Ahora se comporta diferente en aras de la prevención. Se pone nervioso cuando llegan los estados financieros del banco y tiene menos efectivo en la cartera.
Se ducha demasiado y en momentos extraños.
Antes se duchaba en la mañana para ir al trabajo o en la noche antes de acostarse, pero de pronto se mete a bañar en cuanto llega y no quiere acercarse mucho a ti. Porque se siente incómodo o porque no quiere te des cuenta que huele a otra mujer.
Cambia sus horarios de trabajo.
De pronto tiene horario nuevos, reuniones a altas horas de la noche, viajes de fin de semana, congresos a los que tiene que ir y si le preguntas algo sobre su trabajo te contesta con evasivas sin mirarte a los ojos.
Se compra ropa nueva.
Junto con el cambio de imagen se compra ropa nueva para completar el look. De pronto le da por vestir más atrevido y juvenil como si quisiera impresionar a alguien. Y si a ello le sumas la renovación de su ropa interior. No creas que quiere seducirte para renovar la pasión, sino que anda viendo hacia otro lado.
Su humor cambia bruscamente.
Suele tener cargos de conciencia lo que les hace tener cambios bruscos de humor.
Se porta bien contigo, es muy dulce y de pronto por algo que según él, tú hiciste mal se pone de verdadero mal humor.
Quiere tiempo en solitario.
Le ha dado por pasar tiempo a solas cuando antes lo hacía contigo. Ya no basta con sus aficiones de ocio, sino que ahora quiere tiempo a solas para pasarla consigo mismo. Prefiere leer libros, revistas, ver la tele, trabajar o quedar con los amigos a pasar el día.
Cambia las contraseñas.
Cambia constantemente las contraseñas de todos sus aparatos electrónicos, pues no quisiera que por algún error lo descubrieras. Antes podías entrar a su computadora o tomar su teléfono y no había ningún problema, hoy te lo restringe porque son instrumentos “personales”.
El sexo es diferente.
Si antes tenía la libido muy baja, ha aumentado o por el contrario, si la tenía muy alta, le ha bajado. No quiere hacer cosas nuevas en la cama. Antes quería tener sexo muy seguido y ahora siempre tiene algo que hacer, o por el contrario, si no quería tener relaciones, porque se siente culpable ahora quiere tenerlas. Fíjate bien porque un cambio significativo en la cama es sinónimo de sospecha.
De pronto es muy detallista.
Nunca antes te regalaba nada, tal vez en tu cumpleaños y párale de contar. Ahora sin razón aparente te llega con regalos más caros de lo que comúnmente te compra. Te da besos nomás porque sí o se queda como ausente, embobado, pensando en la inmortalidad del cangrejo. Si te regala cosas caras tal vez se siente mal y quiere aliviar su conciencia con la tarjeta.
Sientes que te está engañando.
En ocasiones no tienes ninguna señal de que te está engañando pero tu lo sientes, lo presientes. No sabes por qué, pero tu estómago te dice que te está engañando, sobre todo si eres una mujer poco celosa o que no andas detrás de tu pareja, si hay algo que te dice internamente que te está engañando tómalo en cuenta y habla con él.
Si te has identificado con algunas o todas estas acciones debes estar alerta y enfrentar la situación para evitar que el sufrimiento sea peor.
Fuente: www.soycarmin.com
