Al descubrir que el golpe de ariete hidráulico en un fenómeno que no cumple con el principio de conservación de la energía, queda claro que este fenómeno hidráulico genera energía, porque a cada golpe de ariete se genera más energía que la que se invierte para producir el fenómeno.
Encontrar esta realidad hizo pensar al descubridor que se podría diseñar y construir un dispositivo que pudiera reproducir permanente mente el golpe de ariete en una instalación hidráulica.
Se prediseñó el llamado Reactor de Arietes que es un motor hidráulico accionado por repetidos golpes de ariete inducidos. El sistema es un circuito hidráulico que posee dos depósitos de agua uno superior y el otro inferior unidos por tubería inclinadas para que el agua circule por gravedad. El sistema contiene dos rotores que son tuberías embobinadas con gran de agua almacenada en su interior. A cada empuje del golpe de ariete, ambos rotores son impulsados en sentido contrario, uno trabaja por la acción de la salida del agua a presión y el otro se impulsa por la fuerza de reacción a la salida del agua.
Es un motor que trabaja como un martillo hidráulico de cinco tiempos: 1-Cierre de la válvula de salida del agua, 2- Sobrepresión o explosión hidráulica, 3- Apertura de la válvula de salida, 4-Propulsión por chorro de agua a presión 5- Aceleración nuevamente el agua almacenada dentro de la tubería y con el nuevo cierre de la válvula se repite la secuencia inefinidamente produciéndose energía mecánica que se transforma en electricidad con generadores y energía de presión que se transforma en piezoelectricidad en las paredes de las tuberías.
La energía producida por el golpe de ariete es mayor que la energía necesaria para volver a subir el agua de la descarga hasta el deposito superior.
El dispositivo inventado también produce hidrógeno por hidrólisis del agua acumulada en las tuberías que al agregarle sal se convierte en conductores eléctricos.
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