Cerca de 100 mil personas se acercaron a escuchar al Pontífice. "La paz es el preciado don que Cristo ofrecio a sus discípulos tras haber pasado a través de la muerte y el infierno", dijo el Papa.
Ayudó también un sol cálido de comienzo de primavera, pero pocas veces se ha visto como hoy tanta gente y con tanto entusiasmo en la Plaza de San Pedro para el rezo del Papa del domingo al mediodía. Francisco se mostró feliz al saludar a la multitud que lo vivaba. Había decenas de banderas argentinas entremezcladas con enseñas y carteles de fieles de todo el mundo. Jorge Bergoglio dijo que la paz es el "preciado don" que Cristo ofreció a sus discípulos tras haber pasado "a través de la muerte y el infierno".
El Papa argentino, antes de recitar en latín el "Regina Coeli" (Reina de los Cielos) del tiempo pascual, que sustituye al "Angelus" y bendecir a la multitud, habló para recordar que "la Iglesia ha recibido el mandato de Cristo resucitado de trasmitir a los hombres la redención de los pecados y así hacer crecer el reino del amor, sembrar la paz en los corazones para que se afirme en las relaciones, en las sociedades y en las instituciones".
Francisco señaló que "el espíritu de Cristo resucitado ahuyenta el miedo del corazón de los apóstoles, los lleva a salir del cenáculp ara llevar el Evangelio. También nosotros tenemos más valor para testimoniar la fe en Cristo resucitado. No debemos tener miedo de ser cristianos ni de vivir como cristinos".
"Esta paz (de Cristo) es el fruto de la victoria del amor de Dios sobre el mal, es el furto del perdón. Y es justamente así: la verdadera paz, la profunda, viene de tener experiencia en la misericordia de Dios. Hoy es el domingo de la Divina Misericordia por voluntad del beato Juan Pablo iI, que cerró los ojos a este mundo justo en la vigilia de esta celebración", recordó el Papa.
Tras más de 26 años de reinado, Juan Pablo II murió en la noche del 2 de abril de 2005.
El Papa argentino informó que por la tarde tomará posesión de la cátedra de la basílica de San Juan de Letrán, la catedral madre de la urbe romana. Ser elegido obispo de Roma es lo que da a su titular la condición de Papa de la Iglesia Universal. Francisco es el 265mo. sucesor de San Pedro como obispo de Roma, la Urbe.
Antes de entrar en la basílica de San Juan, que fue durante siglos sede de los Papas antes de San Pedro, Francisco presidirá la inauguración de una plaza dedicada al beato Juan Pablo II en las inmediaciones de la catedral de Roma.
Fuente: www.clarin.com