CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco afirmó ayer que los corruptos son “el anticristo”, hacen “mucho daño a la Iglesia” y son “un peligro, ya que son adoradores de sí mismos, sólo piensan en ellos y consideran que no necesitan de Dios”.
El argentino Jorge Bergoglio realizó estas manifestaciones durante la misa que celebró en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde se aloja, y en la que se refirió a la parábola de los labradores malvados, del Evangelio de Mateo y a los tres modelos de cristianos en la Iglesia: los pecadores, los corruptos y los santos. Francisco señaló que de los pecadores no es necesario hablar demasiado, “ya que todos los somos, nos conocemos desde dentro y sabemos qué cosa es un pecador y si alguno de nosotros no se siente así, que vaya a la consulta de un médico espiritual”.
El obispo de Roma añadió que la parábola habla de otra figura, la de aquellos que quieren adueñarse de la viña y rompieron relaciones con el dueño de la misma, “un patrón (Dios) que nos ha llamado con amor, nos custodia y nos da libertad, pero esas personas se sienten fuertes y autónomas de Dios”.
“Esas personas poco a poco han roto esa relación con Dios y dicen: �nosotros no necesitamos a ese patrón, que no venga a molestarnos�. Esos son los corruptos, aquellos que eran pecadores como todos nosotros, pero han dado un paso adelante, se han consolidado en el pecado”, aseguró Francisco.
El pontífice agregó que los corruptos “son un peligro también para los cristianos, ya que sólo piensan en ellos”. Asimismo, advirtió que Judas, “de pecador avaro acabó en la corrupción” y subrayó que los corruptos “son grandes desmemoriados, han olvidado el amor con el que Dios ha creado su viña, y se han convertido en adoradores de sí mismos”.
“¡Cuánto mal hacen los corruptos en la comunidad cristiana, que el Señor nos libere de caer en ese camino de la corrupción”, agregó el Papa, que recordó al apóstol Juan que decía que los corruptos “son el anticristo, están en medio de nosotros, pero no son de los nuestros”.
Francisco agregó que, al contrario que los corruptos, los santos hacen “mucho bien a la Iglesia”, son los que “obedecen al Señor, los que lo adoran y no han perdido la memoria del amor con el que el Señor ha creado su viña”. El Santo Padre imploró a Dios la gracia “de no convertirnos en corruptos”. “Pecadores sí, corruptos no”, subrayó.
Fuente: www.eldia.com.ar