"Lo mejor que me ha pasado en la vida es mi enfermedad, porque ¡he aprendido tanto! Y eso es un regalo precioso", explica la niña que a los quince años estuvo en coma con una hemorragia que duró tres días. Le pronosticaron que no andaría, que no hablaría... pero ha superado todas las predicciones y transmite un poderoso mensaje de fe y de espíritu de sacrificio y superación.