SANTA FE.- Una invasión de palometas, que la gente suele llamar comúnmente pirañas, produjo hoy en la zona de la Rambla Catalunya, de la ciudad de Rosario, sobre el río Paraná, al menos 60 heridos. El caso más grave fue el de una niña de 7 años a quien se le debió amputar parte de uno de sus dedos.
"Fue algo explosivo. Inesperadamente empezaron a aparecer personas con mordeduras en las manos y en los pies. Fue sorpresivo", explicó Federico Corner, director del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (SIES), cuyo personal realiza una guardia en la misma playa.
El facultativo explicó que la menor, que sufrió la amputación de un pedazo de su dedo meñique de la mano izquierda, fue trasladada al Hospital de Niños "Víctor J. Vilela", donde recibió la asistencia necesaria del caso.
Gustavo Centurión, uno de los médicos del Sies que cumple funciones en la carpa sanitaria instalada en la zona, aclaró que "esta invasión es la primera vez que ocurre en esta temporada. Esto empezó después de la media mañana, cuando empezaron a aparecer personas con mordeduras en los talones, los pies y las manos", añadió.
Lamentablemente, a pesar de lo sucedido -hubo varios mayores con lesiones en piernas y brazos- personal de la Guardia Urbana Municipal debió esforzarse para impedir que la gente ingrese a las aguas del río Paraná. Es que la ciudad soportó hoy, como gran parte del país, temperaturas cercanas a los 39 grados.
Según el Laboratorio de Ictiología del Instituto Nacional de Limnología (Inali), que funciona en la vecina ciudad de Santo Tomé, son muchas las especies de palometas que existen, pero las más comunes en la zona son la spilopleura, conocida como piraña, palometa brava o palometa brillante; y la nattereri, llamada palometa mora o palometa pacusa.
Perciben la sangre, por eso cuando una de ellas muerde a alguien es muy probable que las otras se acerquen para atacar a otros. Es entendible, entonces, que los guardavidas cuando se anoticien de un caso le pidan a todos los bañistas que se retiren del agua.
Aparecen cuando las temperaturas son altas. En esta capital, en la década del 70, para permitir el ingreso de bañistas a la playa se colocan trenzados de alambres a unos 5 metros de la costa, para evitar su ingreso.
Fuente: www.lanacion.com.ar