Comer huevos con frecuencia proporciona beneficios considerables para la salud. A continuación te explicamos cinco razones para añadirlos a tu dieta.
Para adelgazar
En un estudio, las personas que siguieron una dieta que incluía huevos para desayunar lograron perder un 60% más de peso que quienes comenzaban su día con un bollo que tenía una cantidad equivalente de calorías. Los investigadores afirman que la proteína de alta calidad de los huevos completos (13% de la cantidad diaria recomendada) ayuda a controlar el apetito. Además, la proteína del huevo se absorbe con facilidad por el organismo, por lo que es un alimento idóneo para la recuperación muscular después de una tirada larga o de un entrenamiento de ritmos.
Para proteger tu corazón (has leído bien)
Muchos estudios han refutado la relación entre los huevos y la cardiopatía. De hecho, las investigaciones muestran que comer varios huevos a la semana origina partículas de colesterol menos propensas a producir problemas de corazón. Además, una proteína específica presente en la yema de huevo bloquea la agregación de las plaquetas (las células responsables de la coagulación de la sangre) en el interior de los vasos sanguíneos, lo que minimiza el riesgo de ataques cardíacos.
Para combatir la inflamación
Los huevos completos son una de las mejores fuentes de un nutriente denominado colina (un huevo de tamaño grande tiene un 30% de la cantidad diaria recomendada, sobre todo en la yema). Aparte de intervenir en la salud cerebral, la colina ayuda al sistema circulatorio del organismo a eliminar compuestos que podrían causar inflamación, lo que podría provocar trastornos como hinchazón muscular después de un entrenamiento duro, o diabetes y enfermedad de Alzheimer.
Para mantener unos huesos fuertes
Los huevos son una fuente natural de vitamina D, que interviene en la elaboración del tejido óseo. Un huevo aporta el 10% de la cantidad diaria recomendada. Hay algunos tipos de huevos que incluso duplican esa cifra.
Para conseguir una visión nítida
La yema del huevo contiene el pigmento luteína, que ayuda a evitar la degeneración macular relacionada con la edad (una forma muy frecuente de ceguera). Además, aunque las espinacas y otras verduras contienen cantidades mayores de luteína, los huevos proporcionan una forma que se absorbe mejor.
Fuente: www.runners.es