Los callos son un engrosamiento de la piel, que se producen como consecuencia de un rozamiento o presión repetida y prolongada. Por lo general los callos aparecen en los pies, pero también pueden aparecer en las manos y raramente en otras áreas de cuerpo. Al endurecerse la piel, la capa superficial luce gruesa, rugosa y de un color amarillento, aunque en ocasiones puede tener un color grisáceo.
Todos estamos expuestos a padecer de este problema y más teniendo en cuenta el estilo de vida que llevamos. Los trabajos pesados, el uso de ciertos tipos de calzado, el manejo de herramientas, entre otros, pueden ser los causantes de la aparición de los callos. Por otra parte, dejando a un lado el impacto estético que suponen también suelen producir dolor. ¿Quieres saber cómo tratar los callos naturalmente? ¡Sigue leyendo!
¿Cómo tratar los callos?
Existen diferentes tratamientos caseros para tratar los callos y reducirlos notablemente. En el caso de los pies, lo recomendado es limarlos previamente antes de aplicarse cualquiera de los tratamientos. Recuerda que para eso tendrás que utilizar una lima para callos o una piedra pómez.
Ajo
El ajo es uno de los antioxid antes naturales más efectivos para combatir los callos, debido a que tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas. Para hacer el tratamiento lo único que debes hacer es pelar y machacar 3 ajos, hacer una pasta con una cucharada de aceite de oliva y aplicarla en la zona afectada todas las noches antes de dormir. Debes envolverla en una venda para que actúe toda la noche. Cuando el callo se ablande, será más fácil extraerlo.
Vinagre blanco
El vinagre blanco es un elemento que tenemos en casa y que podemos adquirir fácilmente en el mercado. No es nada extraño que se utilice para remover los callos, ya que desde hace mucho es utilizado para relajar los pies y combatir los hongos. En este caso lo que tienes que hacer es remojar un trozo de algodón en vinagre blanco y posteriormente aplicarlo sobre la zona afectada. Se coloca con una venda y se deja actuar por 3 horas, luego se retira media hora y se repite el procedimiento.
Manzanilla
La manzanilla es ideal para aliviar y suavizar la piel endurecida afectada por el callo. Lo único que tienes que hacer es preparar una infusión con 4 cucharadas de manzanilla en un litro de agua. Sumerge los pies durante media hora y repite el procedimiento diariamente.
Cebolla
La cebolla es un alimento con muchas propiedades medicinales, en las que se incluye su poder antibiótico y antiviral. Es un remedio eficaz para tratar los callos, ya que ayuda a eliminar las células muertas de la piel y ablanda la zona endurecida. Corta la cebolla por la mitad y frótala suavemente en la zona afectada, preferiblemente todas las noches antes de ir a dormir.
Limón
El limón es conocido por sus propiedades antioxidantes, limpiadoras y desinfectantes. Es ideal para tratar las callosidades y reducirlas notablemente con un constante tratamiento. Coloca una rodaja de limón en la zona afectada y cúbrela con una venda antes de ir a dormir. Déjala actuar toda la noche y repite el tratamiento al otro día.
Aceite de ricino
El aceite de ricino tiene propiedades que ayudarán a ablandar y suavizar el callo. En este caso lo único que debes hacer es frotar un poco de aceite de ricino en la zona afectada dos veces al día.
Remedio casero con aspirina y limón
Este es uno de los remedios caseros más efectivos para tratar los callos y es muy fácil de preparar, ya que podemos conseguir aspirinas fácilmente en la farmacia y el limón seguramente lo tenemos en nuestra canasta.
¿Qué debes hacer?
Consigue 6 aspirinas y tritúralas muy bien hasta obtener un polvo fino. Posteriormente le añade unas cuantas gotas de limón y, si es necesario, agrega más aspirina hasta obtener una especie de pasta.
Aplica la pasta sobre la zona afectada por el callo y envuélvela con plástico hasta que quede protegida. Prepara una compresa de agua caliente y luego aplícala encima del plástico que cubre el callo y la pasta, durante 15 minutos.
La idea de la compresa es que el calor ayude a que la aspirina penetre y ayude a suavizar los callos. Finalmente retira la pasta, lava con agua caliente, seca y frota con una lima para pies o una piedra pómez. Repite el procedimiento hasta lograr los resultados esperados. Como ves, es muy fácil!
Fuente: mejorconsalud.com