El Acne Lo Sufren Casi El 85 Por Ciento De Los Adolescentes Y Una Minoría De Adultos
¿Por qué sufrimos de acné? ¿Por qué nos salen esos horribles granos en el cuerpo? Una respuesta simple y rápida sería decir que somos humanos, y gracias a ello es que tenemos granos. Una de las características que nos separan del resto de los animales es también acne la principal razón por la que tenemos que sufrir los granos. Es que el acné es casi exclusivo de nuestra especie, casi el 85 por ciento de los adolescentes lo sufren, y una minoría de adultos. ¿Pero por qué somos tan propensos a los granos, conocidos con el nombre técnico de pápulas o pústulas?
Según estudios evolutivos, la causa de esta tortura social es que en algún momento de nuestra evolución humana perdimos el pelaje que caracteriza a los otros primates y a la gran mayoría de los mamíferos. Pero la principal causa podría ser que fue algo “rápido” en nuestra evolución, por lo que nuestra piel todavía no se ha adaptado a no tener pelaje.
Si bien esta pérdida de pelaje en el género humano se debe justamente a una adaptación a caminar por las cálidas praderas, o sea para mantener nuestro cuerpo más fresco, la evolución de nuestras glándulas sebáceas, que estaban acostumbradas a lidiar con una piel cubierta de pelo, no se cambiaron. La consecuencia de esto es que el sebo, normalmente dedicado a lubricar el pelaje y la piel, en nuestro caso sólo le ha quedado la piel.
El sebo es secretado por las glándulas sebáceas, estas se encuentran en toda nuestra piel, excepto en las palmas de las manos y plantas de los pies. Hay más y de mayor tamaño, en el rostro y en el cuero cabelludo, justamente donde todavía solemos tener pelo. El problema, es que el sebo sigue secretándose, y a veces, al no tener pelo que lubricar, se acumula, tapa los poros, y así se forman los granos.
Pero el acné es originado principalmente a una infección bacteriana, también causada por la manía que tenemos de apretar los granos para que se vayan más rápido y no tengamos que lucirlos delante de otros. Pero al apretar tanto granos como puntos negros, ayudamos a las bacterias a que penetren en lo profundo de nuestra piel, propagando inflamaciones cutáneas asociadas a los granos. Esta es la principal razón de que abunde entre los adolescentes, tan sensibles a lo que los otros puedan pensar de ellos. Y claro, un inmenso grano en la punta de la nariz no ayuda.
Para terminar tiremos abajo algunos mitos sobre los granos y el acné:
Comer chocolate, papas fritas y demás alimentos grasosos nos dan granos. Si bien el exceso de grasa podría llegar a aumentar las secreciones sebáceas, no está comprobado que produzca granos, aunque si alguien ya sufre de acné, sí podría llegar a empeorarlo. Pero no hay un alimento que sea culpable, en cada persona cambia, por lo cual los médicos suelen observar la dieta de quienes sufren acné para que eviten aquellas comidas que lo potencian.
Falta de higiene, acné asegurado. Si bien los granos se suelen asociar a la suciedad, no tiene relación alguna. Los bloqueos que hay en los poros, y que causan el acné y los granos, suceden en un nivel inferior de la piel, no en el nivel superior que nosotros limpiamos y ensuciamos. El lavado excesivo de la piel no sólo no ayudaría, sino que podría llegar a empeorar un acné preexistente, y dañar la piel.
Fuente: naxio.com.ar