La regeneración del hígado es posible gracias a unas células que se comportan como células madre. Por eso, basta con que un 25% del hígado esté sano para que pueda regenerarse por completo.
Para conseguirlo, la fitoterapia ofrece numerosos remedios (como el diente de león, el rábano negro, la alcachofa salvaje o el cardo mariano), pero sólo uno puede presumir de ser considerado como “la planta del hígado”: el Desmodium adscendens.
El Desmodium adscendens crece sobre todo en regiones del África ecuatorial, en lugares húmedos o a los pies de las palmeras aceiteras. Sus hojas se componen de tres foliolos ovalados de color verde bastante claro, y se utilizan desde hace milenios en la farmacopea tradicional de ciertas zonas de África, como Senegal, Congo y Costa de Marfil.
En la universidad de Toulouse, empezaron a investigar sobre Desmodium adscendens. El análisis de los principios activos dio muestras de una importante concentración en alcaloides (isovitexina, entre otros), saponinas, antocianinas y flavonoides.
Numerosos ensayos clínicos emprendidos en Francia, Inglaterra, Canadá y en algunos países del África ecuatorial confirmaron que esta planta no sólo actúa en el tratamiento de disfunciones hepáticas (problemas del hígado), sino también en sus otras dos principales indicaciones: la protección del hígado durante tratamientos médicos de larga duración (por ejemplo quimioterapia) y en casos de alergia. Su capacidad para normalizar niveles elevados de enzimas del hígado, la acción relajante sobre las fibras musculares lisas, sus propiedades broncodilatadoras y también antihistamínicas han sido probadas.
Por ello, esta planta es utilizada como un tratamiento natural eficaz en la lucha contra los ataques que sufre el hígado, ya sean virales o químicos, sobre todo como consecuencia de una intoxicación alcohólica o por medicamentos.
Además, la práctica ha demostrado que esta planta, al proteger y reparar las células del hígado, ayuda a mantener el sistema inmune en buenas condiciones. Por ello, se utiliza a menudo como tratamiento en los cambios de estación para preparar mejor al cuerpo ante los rigores del invierno o los periodos de más calor.
Cómo utilizar el Desmodium adscendens para ayudar a regenerar el hígado
En caso de problema hepático, se recomienda tomar una dosis de 6 a 10 gramos diarios de la planta cocida en 1 litro de agua hirviendo. Deberá seguirse el tratamiento durante un periodo de 2 a 4 semanas en fase aguda y de 6 a 8 semanas en fase crónica.
El Desmodium también protege al hígado de las agresiones provocadas por un tratamiento médico con agentes químicos (por ejemplo, paracetamol). En estos casos es conveniente administrar el producto dos días antes de iniciar el tratamiento y continuar 5 días después de haberlo finalizado (es decir, que el tratamiento dura siete días en total). En estos casos la dosis adecuada es de 6 ó 7 gramos de planta preparada en un litro de agua hirviendo.
Para las afecciones alérgicas, en particular el asma, la posología puede ser de 5 gramos diarios de planta seca hervida en agua (decocción).
Si quieres usar el Desmodium como cura para desengrasar y revitalizar el hígado, deberá tomar una dosis diaria de 5 a 15 gramos durante un periodo de 1 a 3 meses.
Fuente: www.saludnutricionbienestar.com