Más cerca de la vida extraterrestre: La NASA lanzará un satélite 'cazador de planetas':
El cohete Falcon 9 pondrá en órbita el telescopio TESS este lunes con el objetivo de que logre observar unas 200.000 de las estrellas más brillantes cercanas al Sol.
Este 16 de abril, la NASA planea lanzar la sonda TESS, un telescopio espacial para buscar exoplanetas alrededor de algunas de las miles de estrellas más brillantes y cercanas a la Tierra.
El cohete Falcon 9 de la compañía Space X se encargará de poner en órbita ese dispositivo desde Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos), una misión liderada por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.
Se considera que el TESS es el heredero del observatorio espacial Kepler —lanzado en 2009 y pionero en la exploración de planetas extrasolares de tamaño similar a la Tierra— y la agencia espacial estadounidense espera que logre examinar unas 200.000 de las estrellas más brillantes cercanas al Sol y detecte los exoplanetas "más prometedores": capaces de sustentar vida o ser colonizados.
Ese telescopio está equipado con cuatro poderosas cámaras y está previsto que observe al menos durante 27 días cada uno de los 26 sectores en los que dividirá el territorio espacial que explorará durante dos años. Además, las estrellas que estudiará son "entre 30 y 100 veces más brillantes" que los cuerpos celestes que captó su antecesor.
Para cumplir su objetivo, TESS utilizará el método de tránsito astronómico, que consiste en detectar caídas de luminosidad de una estrella cuando un astro más pequeño pasa por delante. Así, este instrumento registrará las disminuciones periódicas y repetitivas de brillo y determinará el número de planetas que orbitan a su alrededor, una información que permitirá determinar el tamaño de esos cuerpos celestes y precisar tanto la forma de su órbita como cuánto tiempo les lleva rodear su sol.
Aunque esta sonda no está equipada para buscar señales atmosféricas u otros indicios de vida en un planeta, colaborará con otros telescopios de la Tierra para realizar mediciones más específicas de su masa y composición. Cuando termine su trabajo, la NASA lanzará al espacio el telescopio orbital James Webb en 2020, una herramienta capaz de identificar los elementos químicos de las atmósferas para establecer la presencia de vida.