Un brasier a través del cual las mujeres pueden detectar anomalías en sus senos y que están relacionadas con cáncer, resultó ser el producto del grupo ganador durante la tradicional Feria de Espíritu Emprendedor celebrada en el CESA en Bogotá, Colombia.
El producto, iniciativa de las estudiantes Cristina García, Isabela Orozco y Valentina Agudelo, tiene como propósito encontrar una alternativa eficaz y distinta a las mamografías para detectar tempranamente esta enfermedad, y consecuentemente reducir la mortalidad de este cáncer. Y es que si bien este tipo de cáncer no es el más agresivo, si es uno de los que más cobra víctimas entre las mujeres que lo padecen.
En efecto, la pertinencia de ‘Julieta’, como se conoce la prenda, se sustenta en que el cáncer de este tipo suele tratarse de manera tardía. Ocurre en siete de cada diez casos diagnosticados.
Durante el ejercicio de validación del producto, que es en últimas la esencia del proceso pedagógico, las estudiantes advirtieron que bien sea por incomodidad o por no tener acceso a esta prueba, en muy pocos casos se realiza.
En el mundo, cada 60 segundos muere una mujer por cáncer de mama; y en el país esa cifra es de 20 por día. Solo en lo corrido de este año, han fallecido más de 2.400 mujeres a causa de esta enfermedad.
Las alumnas también constataron el impacto y la necesidad del producto por la receptividad en torno al tema. A través de redes sociales realizaron un sondeo apoyadas en unos anuncios con un alcance cercano a las 46.000 personas.
“Queríamos saber cuál era nuestro margen de conversión frente a nuestros clientes; es decir, entre mujeres colombianas (mayores de 18 años), cuáles tenían un eventual interés de compra”, explica Valentina Agudelo. Y agrega que posterior a eso las potenciales consumidoras cambiaron el canal de comunicación, al requerir información vía telefónica. “Recibimos llamadas a nuestros teléfonos y mensajes a través de los cuales hubo una mayor interacción con mujeres que destacaron el producto, y manifestaron su necesidad y urgencia”, comentó la estudiante.
Diferencia termodinámica detectada por copas, clave
La iniciativa de las estudiantes consiste en que la prenda, por una diferencia de temperatura detectada por sus copas, incida en el diagnóstico.
Lo que ocurre es que cuando hay presencia de células tumorales hay una mayor irrigación de sangre en esas zonas particulares, lo que genera en estas unos cambios, específicamente aumento de la temperatura y alteraciones en la densidad del tejido. Así, la apuesta de las estudiantes es que por la diferencia de estas dos variables detectada por cada una de las copas pueda quedar al descubierto anomalías en las mamas.
En siete minutos el brasier podría detectar esas diferencias y a través de un software haría una interpretación de esas señales termodinámicas y de densidad. Pero “no se puede concebir como un autoexamen sino más bien como un examen que incida en un diagnóstico de cáncer”, aclara la estudiante Isabel Orozco. Y añade que lo ideal es que las mujeres puedan usar la prenda entre cuatro y seis veces al año.
Para las estudiantes no basta con que se trabaje exclusivamente en el prototipo, sino que también es conveniente trabajar en los mensajes del software, dado el impacto que puede acarrear un diagnóstico de esta naturaleza para una afectada por la enfermedad.
Fuente: www.nuevamujer.com