Una de las dudas que nos planteamos cuando hemos decidido que vamos a hacer el Camino de Santiago es elegir cual de las rutas nos apetece más. Cualquiera será un acierto pues no hay destino vacacional como este, donde se conjuran espacios únicos, calidez de sus gentes, gastronomía sin igual, pueblos con encanto… pero estamos obligados a elegir un camino específicamente, aunque con toda seguridad volveremos a repetir, eligiendo otro distinto si nos apetece. Cual elegir entre el Camino del Norte, Primitivo, Inglés, Portugués, el de la vía de la Plata, de Santiago a Finisterre y Muxía, Mozárabe, Aragonés, Francés…
El Camino de Santiago Francés lleva realizándose desde el siglo IX, fecha en la que se produce el descubrimiento de la tumba del Apóstol, es por tanto, uno de los más antiguos. El trazado de este recorrido, tal y como lo conocemos hoy día, queda fijado a finales del siglo XI. Fue tal la popularidad que despertó la ruta francesa en la Europa Medieval, que ya en 1135, se recogían los tramos, los santuarios y otros apuntes relacionados con su recorrido en el famoso Códice Calixtino.
En la zona fronteriza de España con el país galo se produce el punto de encuentro de peregrinos procedentes de múltiples países de Europa. En Roncesvalles se encuentran peregrinos de tres rutas: París-Tours, Vezelay-Limoges y Le Puy-Conques. Desde ese punto, la duración del viaje a pie es de aproximadamente un mes, donde se superan una treintena de etapas hasta llegar a Santiago de Compostela, atravesando lugares tan emblemáticos como Estella, Burgos, Logroño, Carrión de los Condes, Santo Domingo de la Calzada, Astorga, León, Ponferrada o Villafranca del Bierzo.
A Galicia, por el Camino Francés, se accede por mítica localidad de O Cebreiro, y a partir de ahí nos queda una semana de viaje por las tierras de las meigas, de las leyendas y de los más hermosos y verdes paisajes hasta por fin alcanzar la Praza do Obradoiro y recoger nuestra Compostela.
En la actualidad, el acceso más conocido del CAMINO FRANCÉS es el de Roncesvalles. Este recorrido de inigualable belleza nos conduce por los paisajes pirenaicos del norte, así como por las llanuras a través de bosques de hayas, viñedos y campos de cereal. En este itinerario tan popular los peregrinos se deleitarán al atravesar sus pueblos-calle, al contemplar sus puentes medievales o sus grandes monumentos, y seguro que quedarán boquiabiertos con sus paisajes que cambian de color en cada estación. Especial mención merecen así mismo sus bodegas y su gastronomía de gran calidad.
Santiagoways es la agencia a la que se dirigen cientos de personas de otros países cada año para hacer el CAMINO DE SANTIAGO FRENCH WAY, pues en su página podemos encontrar toda la información que necesitamos en inglés, para que los ciudadanos de otros países que quieran hacer este recorrido no se pierdan ningún detalle y puedan acceder fácilmente a toda la información.
QUÉ DEBES SABER DEL CAMINO DE SANTIAGO FRANCÉS
Como hemos comentado, el Camino de Santiago Francés es con bastante diferencia la ruta más popular y transitada. Es la más típica y por este motivo cuenta con varias ventajas. Para empezar nunca te encontrarás solo ni desamparado, aunque hayas decidido emprender esta aventura sin compañía, pues los peregrinos del camino serán tus compañeros de viajes.
Otra de sus ventajas es su inigualable belleza, su esplendor a nivel paisajístico, artístico e histórico que podrás disfrutar desde Roncesvalles hasta la misma puerta de la Catedral de Santiago. Por otro lado, es una de las rutas mejor señalizadas y la que cuenta con una mayor red de albergues y más servicios, tales como tiendas para souvenirs, bares, restaurantes, tiendas...
En los meses de verano, puede producirse algún problema de alojamiento debido a su alta afluencia turística, y es que suele haber más peregrinos que plazas en los albergues en estas fechas, por lo que, si no cuentas con una agencia, como Santiagoways, puedes encontrar serias dificultades a la hora de encontrar una cama.
Este es uno de los principales problemas que nos ahorramos si contratamos los servicios de una agencia especializada que nos organice el viaje, pues hay etapas en que la gente literalmente va a la carrera, dándose unos madrugones descomunales para llegar pronto a la siguiente parada y conseguir plaza en un albergue.
Contando con un viaje organizado nuestra única preocupación será disfrutar de esa experiencia que por otro lado es única y maravillosa, tanto por su belleza paisajística y su riqueza cultural, como por la amabilidad de su gente, su gran hospitalidad, y la calidad de su gastronomía.
Pero quizás lo que deja una huella aún mayor en el peregrino, lo que hace esta vivencia algo tan especial, es ese recorrido interior que dicen experimentar los peregrinos que ya han hecho su propio Camino de Santiago, ese viaje en el que nos ponemos en sintonía con nuestro yo interior, ese que a menudo tenemos tan abandonado por culpa de un ritmo de vida estresante que no deja tiempo para hablar con uno mismo y poner los pensamientos en orden.