Vivimos en una época donde la higiene es casi obsesiva, hay millones de productos a tu disposición, cada uno prometiendo eliminar los gérmenes que otros dejan vivir. Jabones para las manos, champús con aroma silvestre, detergente para desinfectar muebles y ropa, incluso para aclarar las zonas íntimas. Aceptémoslo, nunca había sido tan importante la higiene personal, pero no siempre fue así.
Si regresáramos 70 años en el tiempo estaríamos en aprietos, pues muy pocos de los productos que usamos cotidianamente existían. Ahora imagínense cómo era en la Edad Media.
Sobre el baño
Era muy poco común bañarse en esos tiempos. Las personas podían pasar meses o años sin hacerlo. Había baños públicos, pero como era demasiado costoso por calentar el agua, a menudo familias enteras compartían la misma agua. Eso era para las familias nobles, los pobres lo hacían en las aguas del río, estuviera el agua fría o no. Aun así, no era una práctica cotidiana. Para disimular los olores utilizaban esencias y flores.
Retretes y letrinas
Poder hacer las necesidades en la época medieval resultaría insoportable para una persona moderna. Primero, los nobles contaban con pequeñas letrinas apostadas en las paredes de los castillos, el retrete tenía un agujero que daba directamente al vacío, así los excrementos caían o quedaban embarrados en la pared del castillo.
Para los pobres estaban las siempre confiables bacinicas que uno llenaba cuando lo necesitara y vaciaba en la calle gritando agua va para alertar a cualquiera que fuera pasando por la calle y no terminase bañado con excrementos.
Ropa
La ropa era lavada con lejía hecha con cenizas y orina. También muchas personas no cambiaban de ropa durante meses, era muy común que estuviera plagada de piojos y liendres.
Los nobles también las tenían y a veces se rapaban la cabeza para eliminar a estos bichos, solo que estos también habitaban las pelucas que se ponían.
Higiene dental
Para sorpresa de muchos, en la Edad Media tenían gran cuidado de los dientes, los limpiaban con trozos de tela y con cenizas de romero. Tomaban estas medidas ya que si algún diente se pudría tendría que ser extraído y eso era bastante doloroso, pues no había anestésicos. Además, no existían las dentaduras, por lo que se vería afectada la imagen de las personas.
Hogar
En la época medieval, los suelos eran de paja y para disimular los olores mezclaban en ella flores de aroma dulce como la lavanda, pétalos de rosa, manzanilla y margaritas.
Las camas eran víctimas de todo tipo de bicho, incluso las aves llegaban a defecar en ellas para esto se construyeron camas con cuatro postes y un pequeño techo y con tela se logró aislar de estos animales.
No era nada sencillo vivir limpio en el Medievo, tampoco era común y hasta se consideró pecado y dañino para la salud.
Fuente: www.lapatilla.com