Sostuvimos un diálogo con el abogado Stiven Benavides, vicepresidente de La Liga de Consumidores de Nariño y presidente de la Liga de Consumidores de Antioquia. Nos acompañó el presidente de la Liga de Consumidores de Nariño, el psicólogo en alta gerencia Fernando Torres. Sobra decir que tomamos todos los protocolos sanitarios necesarios que nos permitieron una comunicación cercana y franca.
Desde hace unos días la Liga de Consumidores de Nariño se encuentra realizando visitas de inspección y control a los establecimientos de comercio en la ciudad de Pasto, ateniéndose a lo establecido en el decreto 1441 de 1982 en el cual se establece las funciones de las ligas de consumidores de Colombia en lo referente a sus derechos.
Se reconoce la ética y profesionalismo de gran parte de los comerciantes del municipio de Pasto, pero se advierte sobre una serie de irregularidades existentes en algunos centros comerciales que ofrecen productos básicos de la canasta familiar sin el cumplimiento de las exigencias de requisitos y normas sanitarias, poniendo en grave riesgo la vida y la salud de los consumidores.
Más delicado aún que muchos de los productos comestibles hacen parte de la dieta de niños e infantes exponiéndolos a graves y delicados riesgos que, de no controlarse, podrían generar una emergencia sanitaria agravando aún más la delicada situación que afrontamos debido a la pandemia del coronavirus. En un caso de estos no existe ni existiría capacidad hospitalaria que permita afrontar oportunamente las secuelas de una serie de problemas gastro intestinales.
En su visita encontraron productos vencidos y en pésimo estado de conservación, reempaque en condiciones poco optimas, ausencia total de asepsia, utilización de empaques inadecuados, utilización de marcas no registradas o propias del centro comercial sin sellos de INVIMA o autoridad competente. Igualmente pudieron comprobar en esos centros comerciales una sobrefacturación que impide a muchos la adquisición del producto. De cada una de estas observaciones miramos registros fotográficos y videos.
Las razones anteriores y el grave riesgo que implican les permite formular un llamado a las autoridades competentes y al gremio organizado de comerciantes de Pasto y de Nariño para que se busquen e implementen los mecanismos que les permitan conocer las normas que rigen al comercio formal y las posibles implicaciones de carácter legal ante eventuales perjuicios a los consumidores.
Este es un momento en el que debe prevalecer la sensatez sobre el interés particular y se debe procurar brindar por las autoridades respectivas las garantías suficientes a los consumidores. El control de ciertos abusos, especialmente con lo referente a comestibles, no solo es necesario sino una obligación del Estado colombiano y sus autoridades.
Excelente labor de la Liga de Consumidores de Nariño en procura de una protección de los derechos del consumidor.