Con la presencia de Perú, Ecuador y Colombia se llevará a efecto en el municipio de Chachagüí durante los días 1 y 2 de julio del presente año el Primer Encuentro Nacional e Internacional de Música y Danza Folclórica. Este evento es coordinado y organizado por la juventud de Chachagüí y respaldado e impulsado por la alcaldía municipal en cabeza de su alcalde Mauricio Ibarra.
Los Artistas y grupos folcloristas: William Luna, de Perú; JAYAC, de Ecuador, y Tierra Mestiza, de Colombia, realizarán sus presentaciones en homenaje al folclor latinoamericano como una manera de convocar y suscitar el sentimiento hacia las raíces que nos unen y nos identifican como pueblo y cultura.
El municipio de Chachagüí se ha constituido en esa gran vitrina de nuestros artistas y en un verdadero promotor del folclor latinoamericano. Su juventud demuestra que la identidad y la cultura continental continúan vibrando en el corazón de una generación que se niega a renunciar al llamado de sus ancestros.
Su alcalde municipal, Mauricio Ibarra, no ha dudado un solo instante en apoyar iniciativas de esta naturaleza por cuanto considera que sólo así se puede mantener vigente la fuerza viva de la tradición folclorista.
Los grupos y artistas participantes son ampliamente conocidos por su brillante trayectoria y presentación en diferentes escenarios del mundo. Sus mensajes de solidaridad con el destino de los pueblos recoge ese sentir de un público que vibra y siente el destino común de latinoamerica.
Espectáculos de esta naturaleza son el claro testimonio del espíritu que hermana y une a los pueblos. En la guitarra, la quena, el tiple, la flauta y los tambores discurre la historia de una cultura que se resiste a desaparecer ante el embiste de una globalidad que impone modas y costumbres al devenir de las generaciones surgidas de modelos que responden a criterios foráneos y extraños.
Más allá de un espectáculo musical o artístico, esta oportunidad de escuchar a leyendas vivas de nuestro folclor es una forma de resistencia contra todo aquello que se nos impone desde los púlpitos del capitalismo salvaje y bárbaro.
La música y la danza son espacios cultivados en un espíritu renovado y al mismo tiempo ancestral.
Chachagüí se viste no sólo de fiesta, sino de historia y colorido que nos permite otear la esencia de los pueblos antes de que se vistieran de noches mestizas que subían de la hierba. Un recorrido por todo aquello que se niega a desaparecer y que renace al ritmo del viento vestido de follaje en los umbrales de las viejas casas, hechas de troncos, de viejos árboles, de pasos vestidos de música en los salones de una patria adolorida y trémula.
Este 1 y 2 de julio la cita es en Chachagüí, un paraíso hecho de sol e iluminado por el sentimiento folclorista de un pueblo vuelto canción. El avivar del taita cundur en un cielo hecho danza y folclor.