“Mi hijo comió durante la noche”, “mi bebé no cerró los ojos y no pudimos descansar”, “mi esposa y yo jugamos con Felipe toda la noche”, “mi hijo no paró de llorar ayer”, son algunas frases recurrentes de los padres de recién nacidos, especialmente si son primerizos. Jodi Mindell, pediatra estadounidense, asegura que durante las primeras seis a ocho semanas el bebé duerme de forma desordenada, y solo hasta los tres meses empieza a establecer un horario para descansar.
Eduard Estivill, pediatra experto en neurofisiología clínica, reitera que esa regulación del sueño depende de la madurez del cerebro y del organismo de los niños, también los hábitos y rituales les permitirán conseguir conductas sanas de sueño a los bebés.
Por su parte, Élida Dueñas, neumóloga infantil especialista en sueño, indica que “el sueño es un proceso estrechamente relacionado con las funciones superiores del cerebro: contribuye a la maduración de este en las primeras etapas del desarrollo, favorece el aprendizaje, pues participa en el procesamiento de la información, facilita la consolidación de la memoria y, por tanto, la adaptación de la conducta al ambiente”.
Olga Lucía Casasbuenas dice que el sueño es importante para el niño, además, porque le permite descansar para que al despertar esté más activo, animado y, con el paso de los días y según la edad, desarrolle más fácil y mejor sus habilidades físicas y motrices.
Édgar Osuna, neurólogo especialista en medicina del sueño, señala que “el sueño entre las 12 de la noche y las 4 de la mañana es crucial en los pequeños, porque a esa hora se libera la hormona del crecimiento, y del cumplimiento de esto depende el 50 por ciento del crecimiento y el desarrollo general de los bebés”.
Si el niño no duerme bien, dice el doctor William Rojas, también experto en la materia, indica que “a la madrugada se produce el pico normal del cortisol, la hormona del estrés y controladora del metabolismo. Así que cuando el niño no duerme a esas horas, se verá modificado su metabolismo, tendrá sus defensas bajas y será víctima más fácilmente de infecciones”.
¿Cuánto tiempo en el día y en la noche debe dormir el bebé?
Los recién nacidos suelen dormir entre 16 y 17 horas diarias, repartidas en periodos que van de 2 a 6 horas. Tenga en cuenta que un lactante normal se puede despertar en la noche entre 5 y 8 veces por periodos muy cortos.
Durante los tres primeros meses, el niño duerme en promedio 16 horas diarias y su ritmo biológico se repite cada 3 a 4 horas; durante este periodo el sueño va ligado con la comida. A medida que el niño crece, el sueño nocturno se va prolongando y se adquiere el ritmo normal de 24 horas, prolongándose los periodos de actividad diurna así como la disminución en el número de comidas.
Lo usual es que alrededor del tercer mes empiecen a adoptar el ciclo día-noche, lo que significa que en el día duermen de 3 a 4 siestas y en la noche entre 5 a 9 horas. A los 6 meses duermen en la noche de 10 a 12 horas.
¿En qué momento la falta de sueño o el no dormir lo reglamentario se debe considerar como una señal de alarma para acudir al especialista?
Cuando el niño presenta llanto fácil, irritabilidad, mal humor, falta de atención, marcada dependencia de quien lo cuida y problemas de crecimiento.
¿Es cierto que en los primeros meses los bebés que duermen mucho es porque están sanos?
La respuesta es positiva si el ritmo de sueño corresponde con su edad y los parámetros médicos indicados en las consultas pediátricas.
¿Se debe dejar dormir al bebé con los padres, en la cuna o en otra habitación?
Luz Marina Mejía, pediatra, coordinadora de la UCIP del Instituto de Ortopedia Infantil Roosevelt, afirma que “desde que nace el bebé se deben iniciar rutinas para que aprenda a dormirse solo. El sueño es un hábito que se debe enseñar a través de conductas repetitivas, con seguridad y tranquilidad por parte de los padres. Una buena opción durante las primeras semanas es dejar su cuna al lado de la cama de los papás, para poder atenderlo con mayor facilidad, pero con el plan de dejarlo en su cuarto alrededor del tercer mes de vida”.
¿Se debe dormir al bebé con el seno materno?
No, es necesario que el niño empiece a diferenciar la actividad de comer con la acción de dormir, y a su vez las actividades diurnas de las nocturnas. Es muy importante establecer rutinas ya que estas le dan mayor seguridad al niño.
Muchos padres utilizan el arrullo y caminar con el bebé en sus brazos como mecanismos para dormirlos, ¿así se debería dormir al bebé?
Es un tema de debate. El niño debe aprender a dormirse solo dentro de un ambiente que le genere seguridad. Se recomienda que tenga una serie de elementos externos, como una cobija, un muñeco de peluche y móviles que permanezcan a su lado cada vez que se despierte, y los cuales no se deben cambiar de lugar mientras se crea el hábito del sueño. Estos elementos le dan tranquilidad al niño, ya que son los mismos que estaban cuando se quedó dormido. Pida ayuda al pediatra sobre cómo escogerlos y dónde ponerlos, para evitar accidentes.
¿Por qué a mi bebé de cinco meses le cuesta conciliar el sueño en la noche?
Si esto sucede a diario, es probable que tenga malos hábitos de sueño. Los niños que no han sido bien educados durante el día, es decir, que no se les ha permitido estar un momento solos (pero no abandonados, sino acompañados a distancia o con intervalos espontáneos), no admitirán la soledad nocturna, la oscuridad y menos el silencio; esto les produce inseguridad. Esta es la razón por la que no duermen con o sin usted.
¿Cómo abrigarlo antes de dormir?
- Cuando hace frío se puede utilizar un pijama térmico para que el niño esté bien abrigado sin sentirse atrapado con las mantas.
- En zonas cálidas bastará utilizar una camiseta y el pañal.
- Se puede controlar también la temperatura de la habitación.
¿Cómo garantizar un buen descanso a mi bebé?
Mantener un adecuado estímulo durante el día para que el niño aprenda a conocerse a sí mismo y al mundo que lo rodea. No dejarlo dormir durante todo el día y crear hábitos que se repitan rutinariamente y sin variar. Toda la actividad diurna que realice le permitirá un sueño nocturno más largo y placentero.
Fuente: www.abcdelbebe.com