*Por Carlos Eduardo Lagos Campos.
En el corazón del Pacífico, la riqueza cultural es un mosaico vibrante de tradiciones, historias y expresiones artísticas que se han tejido a lo largo de los siglos. La fusión de influencias africanas, indígenas y españolas ha creado un patrimonio único que se refleja en la música, la danza, la artesanía y la gastronomía de la región.
El Festival Petronio Álvarez es el escenario perfecto para que este tesoro cultural brille con todo su esplendor. Los ritmos contagiosos de la marimba, el cununo y el bombo, unidos a los cantos y las tradiciones orales, transportan a los asistentes a un mundo de alegría y pasión.
Los toques de marimba, con sus melodías hipnóticas y sus ritmos enérgicos, son el alma del festival. Y los cantos de parteras, con sus historias de amor, trabajo y lucha, son un testimonio de la fuerza y la resiliencia de las mujeres pacíficas.
La riqueza cultural del Pacífico también se manifiesta en sus festivales, ferias y celebraciones, que son una explosión de colores, sabores y sonidos. El Carnaval del Pacífico en Buenaventura y el Festival de Música del Pacífico en Cali son solo algunos ejemplos de la vitalidad cultural de la región.
En este contexto, el Festival Petronio Álvarez es un símbolo de la resistencia y la resiliencia de la cultura pacífica, que ha sabido adaptarse y evolucionar a lo largo de la historia. Es un homenaje a los ancestros y una celebración de la identidad, que nos llena de orgullo y nos inspira a seguir adelante.
Que su esencia siga siendo un faro que guía a futuras generaciones hacia el horizonte de la excelencia y la grandeza, y que su riqueza cultural siga siendo un tesoro que ilumina el corazón del Pacífico.
*Abogado
Director del programa Sapien
Presidente del Centro de Pensamiento Libre.