ocios somos todos los que hacemos aparte del organigrama orgánico instalado sobre la superficie extensa de un espacio despojado y limitado dentro de un planeta pequeño y dividido, al ser comparado contra el cosmos que se mueve alrededor, sin embargo, son muy pocos los seres que reciben los beneficios de las acciones asociadas a la destrucción establecida e instaurada como negocio societario, diseñado y designado para explotar hasta el cansancio por parte de los brutos que lo hacen, más no a través de actos de inteligencia natural relacionada a la conciencia universal.