La vida no es algo que debamos “ganarnos” y esto es lo que pretenden demostrar los gobernantes de esta ciudad de los Países Bajos con un nuevo experimento. Utrecht, la capital y ciudad más poblada de la provincia del mismo nombre, cuenta con aproximadamente 300 mil habitantes y una vez que termine el verano boreal, pretende implementar un programa social llamado “renta básica incondicional”.
Esto quiere decir que destinarán un salario a cada ciudadano independientemente de su rendimiento económico. Por el simple hecho de ser un ciudadano. Algunos ciudadanos seguirán recibiendo los beneficios públicos tradicionales relacionados a su estatus como trabajadores, mientras que otros empezarán a recibir este salario incondicional. El objetivo de este programa social es observar los comportamientos de ambos grupos y compararlos.
La intención del gobierno no es generar una sociedad perezosa y conformista, sino descubrir si el hecho de que sus habitantes no tengan la preocupación de “ganarse la vida” mejora su vida en sí.
En Canadá, en la comunidad de Dauphin, se llevó a cabo un experimento similar entre 1974 y 1979. La implementación de esta política resultó en la disminución de los índices de la pobreza, las visitas al médico también cayeron casi un 10% y decrecieron los accidentes automovilísticos de la misma forma que la violencia doméstica.
Sin embargo, en aquella época Dauphin era una pequeña comunidad con apenas unos cuantos millares de habitantes cuya mayoría vivía de la agricultura familiar. Ahora, Utrecht, una ciudad de gran tamaño, dará un paso más allá del clásico estado de bienestar en un medio urbano del siglo XXI.
Concluyendo, algunos de los residentes recibirán dinero solo por vivir y esto representa un desafío enorme para este gobierno. Pero si el plan funciona, probablemente signifique el advenimiento de una cambio otrora inimaginable, aunque esto no llegará al tercer mundo ni en un millón de años ya que, indirectamente, son ellos los que proporcionan el pago de estos salarios.
Fuente: marcianosmx.com