Durante años, mujeres y hombres han mantenido una lucha para ver quién tiene más poder sobre el otro sexo. La pelea se vuelve más reñida cuando la lucha se va al terreno de parejas y nos preguntamos: ¿Quién tiene la última palabra?
No es ningún secreto que las mujeres viven más años que los hombres. Para saberlo, tan solo hay que acudir al Instituto Nacional de Estadística español, donde se determina que las primeras suelen alargar su existencia hasta los 86 años mientras que, por su parte, los segundos únicamente hasta los 80.
Las razones son varias, pero un nuevo estudio dirigido por el genetista Neil Gemmell, de la Universidad de Otago (ubicada en Nueva Zelanda), acaba de desvelar que la causa podría radicar en una serie de genes «defectuosos» que solo heredarían los varones de sus madres. Una dolencia que, curiosamente, no afectaría a las mujeres.
Esta conclusión ha sido dada a conocer por Gemmell en el encuentro anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, donde también ha señalado que –a nivel genético- el hombre es sin duda el sexo débil. En palabras del experto, la culpa de ello la tendría el ADN mitocondrial heredado de la madre. Y es que, cuando este muta en los varones puede producir daños en su fertilidad, su capacidad cognitiva y en otra serie de factores que podrían relacionarse con su esperanza de vida.
Tal y como afirman los responsables del estudio, que han llevado a cabo varias pruebas en moscas de la fruta y varios tipos de peces, esta «maldición» también puede aumentar el riesgo de padecer determinadas enfermedades relacionadas con el corazón, los nervios y los músculos. El fenómeno, curiosamente, ha sido apodado «la maldición de la madre».
«Es un desafortunado accidente de la herencia genética de la madre que significa que la descendencia masculina está “maldita”. Creo que los varones se encuentran en un callejón sin salida a nivel evolutivo en lo que a ADN mitocondrial se refiere», ha señalado el científico en declaraciones recogidas por el «Daily Telegraph».
A su vez, el experto señala que ha bautizado con este nombre al fenómeno debido a que es irónico que las mujeres no solo no lo padezcan, sino que –además- hagan que lo hereden sus hijos varones.
Fuente: www.erikatipoweb.com