Pensábamos que la Universidad San Pedro de Chimbote, que en las últimas semanas ha sido blanco de críticas debido a su morosidad e impuntualidad en el pago de haberes de su personal en general, era la peor empresa que teníamos en Chimbote, percepción de sus trabajadores, pero tras la fecha de pago de gratificaciones por fiestas patrias, otro es el panorama, pues ahora quien es blanco de críticas y hasta burlas bastante subidas de tono, es la ULADECH, Universidad que ha venido ganando su espacio poco a poco gracias al trabajo mancomunado de sus docentes, administrativos, personal jerárquico, estudiantes y claro, gracias a las estrategias empresariales que sus autoridades han sabido aplicar para que una empresa de la educación superior, lidere en aceptación a causa de pagos de pensiones accesibles, manejo de herramientas tecnológicas, etc.
Pero entonces ¿qué ha hecho que la imagen de la ULADECH CATÓLICA, se caiga por el piso en estos días?, según refieren sus trabajadores, la Uladech se ha caracterizado por la puntualidad en el pago de haberes a sus colaboradores y por las múltiples atenciones a los mismos, los cuales han sido siempre bien apreciados por los colaboradores pues a juzgar por ellos mismos, la Universidad ha tenido siempre un clima familiar donde las fiestas, las premiaciones, las felicitaciones, los ágapes, han sido un aliciente para seguir colaborando e identificándose con su empresa, sin embargo a partir de una nueva gestión en la oficina de personal de esta casa superior de estudios, o mejor dicho a partir de la presencia de una persona poco grata para casi el 90% del personal de la ULADECH, ocupando el cargo de Jefe de Personal, ha sido el origen de una catástrofe de grandes magnitudes, pues si bien se busca ahorrarle unos soles a la empresa ULADECH, no se puede abusar de la gente que allí labora, siendo mezquino y faltando al cumplimiento de sus derechos laborales. Pero ¿quién es esta advenediza mujer que hoy ocupa el cargo de Jefe de Personal? pues este es un cargo que solo requiere de la aprobación del rector. Y entonces encontramos que la hoy flamante jefe de personal de la ULADECH, es nada más y nada menos que la señora GIOVANNA SHIRLEY AGUIRRE DIAZ, denominada Licenciada en Educación, es decir profesora, título extraño para una persona que labora en la ULADECH desde sus inicios y sin tener algún documento de ninguna carrera profesional, se comenta que es Licenciada en Educación, aunque los docentes más antiguos aseguran nunca haberla visto como estudiante en ninguna de las asignaturas que esta Universidad a través de su Facultad (con carreras acreditadas) dicta, eso significaría que se le ha obsequiado el grado de bachiller y hasta el título, pero además, ¿qué hace una Licenciada en educación(en el supuesto que lo fuera) al frente de una oficina de personal?, donde el profesional idóneo es un administrador, un economista o quizá un contador y hasta un abogado?, ¿será que la ULADECH es una Universidad tan buena que forma profesionales de la educación para ocupar cargos de este tipo? o ¿será cierto que la hoy Jefe de Personal de la ULADECH, en sus años mozos, ha sido la dama de compañía predilecta del hoy alicaído y tristemente célebre rector?, se comenta entre los pasillos del rectorado, que siendo una veinteañera y aún hermosa joven, allá en los años 2001, 2002, gustaba de hurgar entre los pantalones del atornillado rector, para practicarle aquellas felaciones que al anciano le gustaban en demasía, se comenta incluso que fue sorprendida en esos avatares, con las manos en la masa o diríamos, con la lengua entre las alicaídas masas, por la mismísima esposa del rector, quien hiciera un escándalo y fuera sacada a empellones por el personal de seguridad, por orden del mísmo Julio Domínguez, para luego ser removida del cargo de secretaria que ostentaba en rectorado y pasar a ser el brazo derecho de la hoy ya ausente en la sede central Ruth Santivañez Vivanco, en la facultad de Educación y Humanidades, donde no supo tratar a docentes y menos a estudiantes, quienes con frecuencia se quejaban de su mala actitud y sus aires de superioridad, pero era natural, ella ya había estado codeándose con la alta jefatura, es más, recordemos que conocía íntimamente las “intimidades” (valga la redundancia) de quien lidera y quiere ser eterno en el rectorado.
Tendremos que preguntarle a esta señora “disque licenciada en educación”, que funge de administradora y hasta de contadora, si su gratificación ha sido tan miserable como aquella que le ha otorgado a cada uno de los trabajadores de la ULADECH (al menos al personal de servicio, docente y vigilancia, que son los más afectados). Habría también que preguntarle al Rector, a don Julio Benjamín Domínguez Granda, si para ocupar el cargo de jefe de personal, influyeron los favorcitos que esta señora le hizo de rodillas, que fueron descubiertos por su esposa y que es un secreto a voces. La secretaria mejor pagada, en sus días, hoy la jefe de personal y personal de confianza que tiene incluso, capacidad de decisión en asuntos que solo compete a los órganos de gobierno de la ULADECH. Una mujer mezquina, que se fija hasta en las empanadas que se sirven para agasajar al personal que labora en esa casa superior de estudios, que le aumenta las horas de trabajo, a su antojo, al personal de servicio. Que de no tener nada pasó a comprar un nada despreciable departamento en una buena zona en Casuarinas, para luego mudarse a la segunda etapa de la misma urbanización y ostentar poder económico que le permite acceder a carros, lujos, viajes, e incluso darse el gustito de ausentarse de su puesto en horario de trabajo y seguir ganando porque ella es quien paga los sueldos.
No hay justificación para el abuso de esta tirana, que vive rodeada de sobones y franeleros, amedrentando a quienes no están de acuerdo con sus determinaciones, avalada por un senil longevo chocho que no es ya capaz de tomar ni siquiera determinaciones serias, la iglesia no puede permanecer inmuta ante el atropello de una mujer que se sirve del poder de una institución que dice que es CATÓLICA pero que de ello no tiene nada.
Es momento de parar y hacer una catarsis en la ULADECH, la gente debe enterarse de la birria hedionda que habita en esa universidad, SINEACE debe leer todo esto y opinar acerca de la acreditación de las escuelas, investigar a fondo para ver si es verdad que el personal está contento como les obligan a decir para poder acreditar. Y no es verdad que los cambios hagan opinar que “hay que ajustarse al sistema”, porque una cosa es ajustarse al sistema y otra muy distinta, arrastrarse al sistema, no se puede formar profesionales que se arrastren ante las injusticias, nuestra localidad necesita profesionales brillantes, mentes abiertas y despiertas que no permitan corrupción, que no sigan permitiendo que lacra como esta jefe de personal sin profesión ni más habilidad que sus dotes “orales”, sigan aprovechándose de la gente ni quitándole lo que por derecho le corresponde.
Fuente: peru21.pe
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