Al borde mismo de un abismo de casi 110 metros, y con las aguas del río Zambeze corriendo furiosas precipicio abajo. Así es “la piscina del diablo”, a la que muchos turistas se le animan, en las Cataratas Victoria, una de las mayores atracciones del sur de Africa, en la frontera entre Zambia y Zimbabue.
Esta piscina es una formación natural que permite darse un chapuzón en el mismo borde del acantilado, protegidos de la corriente por una pared de roca natural que hace de borde de las cataratas, cuyo nombre en lengua local es Mosi-oa-Tunya, “el humo que truena”. y en la que se encuentra la “silla del diablo”, donde podés sentarte con la espalda a centímentros del abismo. No son infrecuentes las fotos de turistas con el torso en el aire, sostenidos de las piernas por el guía.
Eso sí: sólo es posible atreverse durante la temporada seca, entre septiembre y diciembre, que es cuando el caudal del río es más bajo. Y encima, el caudal del Zambezi puede crecer de pronto por lluvias ocurridas río arriba. ¿Te darías un chapuzón?
Fuente: www.clarin.com