Weiner le discutió a sus copanelistas -la caricaturista argentina Maitena Burundarena y la psicóloga, columnista y conferencista chilena Pilar Sordo- la idea de que son "las mujeres las que inclulcamos a los hombres ser machistas".
"¿Ahora nosotras nos vamos a culpar con algo más, a cargar con algo más? (...) Como dicen en España, tiene huevos", dijo Weiner.
Y aunque la pregunta de si las mujeres son más o menos machistas que los machos no quedó completamente dilucidada, incluso ella terminó mencionando algunas actitudes de ellas que ayudan a perpetuar el modelo de dominación de ellos.
1. No hacerse (ni hacer) preguntas
Maitena:
"Creo que hay mucha ignorancia, mucha desinformación y muchos mandatos culturales que se van transmitiendo entre generaciones, con un manto de ignorancia alrededor".
"(Las mujeres) tenemos un discurso acerca de nosotras mismas. Los hombres van por la vida sin un discurso sobre sí mismos (...). Hay que tratar de integrar ese discurso de quién soy, de cómo me siento, y tratar de compartirlo con los otros; tratar de inculcárselo a los hombres que también tienen ganas de hablar de eso. Ellos también tienen ganas. Pero no están acostumbrados".
2. El "síndrome de Estocolmo" del machismo
Gabriela Wiener:
"Hace poco estaba leyendo un libro de maternidades subversivas y se hablaba de patrix, la matrix del patriarcado, una especie de realidad alternativa de la que muchos no somos conscientes (...). Hoy mismo hay -y no solo las madres y las abuelas, sino nuestras contemporáneas- chicas que creen que el feminismo es una exageración innecesaria".
"Hay que reírse de esta cultura, de este silenciamiento, de esta falta de conciencia, de esta especie de secuestro en el que vivimos las mujeres. Una especie de síndrome de Estocolmo del machismo".
3. La "guerra intrafemenina"
Pilar Sordo:
"Por ejemplo, ocurre con el tema de la infidelidad. Cuando a mí como mujer me es infiel un hombre, lo loco es que toda la rabia se va contra la otra mujer. Y ella es la perversa, la mala, la bruja, la yegua, la que sedujo, conquistó, envolvió a este pobre pelotudo acerebrado que nunca tuvo voluntad para resistir las conquistas de esa mujer. La persona que me está causando el daño es él, no ella (...). La guerra es intrafemenina".
"Si les preguntas a las mujeres, muchas te van a reconocer que podrían preferir tener un jefe hombre. Esa mujer que llega al poder, como tuvo que romper barreras feministas para poder llegar, pierde la empatía con la solidaridad femenina (...) A veces también nos falta a nosotras esa complicidad".
Gabriela Weiner:
"Una de las cosas con las que yo respondería, una salida, sería la sororidad, la solidaridad entre mujeres. No culparnos entre nosotras. Porque sería una manera de responder a la estrategia de divide y vencerás".
Maitena:
"Ese es asunto del puñal. Es otro tema enorme: un tema que atañe por igual a hombres y mujeres".
4. Los mensajes a los hijos
Maitena:
"No es que se lo inculcamos a los hombres, no es un tema de maridos, es un tema de hijos. La mujer le transmite muchas ideas muchas veces sin darse cuenta. Por ejemplo, cuando considera que su hija de 15 que se acuesta con cinco chicos es una puta. Y si es varón, es un galán, un playboy, lo aplaude toda la familia".
"Yo lo he notado como madre. Me he encontrado diciendo cosas o pensando cosas que después digo, 'esto es machismo puro y duro'".
5. Tolerar el "micromachismo"
Gabriela Weiner:
(En respuesta a una pregunta sobre los hombres que dicen no ser machistas, pero que esperan que sus mujeres hagan todas las tareas del hogar): "Eso es micromachismo. Son esas pequeñas cosas de la vida cotidiana que supuestamente no son machismo, pero que es machismo encubierto. Destruye igual, lentamente".
Pilar Sordo:
"Frente a las tareas del hogar, frente al éxito femenino, es donde se ve más el micromachismo. A ese hombre que en el discurso le alegra que a la mujer le vaya bien, pero que le rompe todo saber que gana más, que tenga reconocimiento".
"Tenemos que aprender a responsabilizar, porque tendemos a proteger a los hombres en un montón de conductas para que al final no terminen haciéndose cargo de nada, y la responsabilidad cae en el mundo de lo femenino".
6. Llevar una "doble vida"
Gabriela Weiner:
"(En muchos casos) hay una tensión entre el mundo privado y el externo. Recuerdo a una jefa mía, profesional, que una vez llegó a la oficina con la nariz rota. ¿Qué pasó? Ha sido su hombre, y no te lo puedes creer porque ha llegado (a jefa) gracias al feminismo, gracias a sus ideas. Y de repente, de la puerta para adentro, golpes".
Pilar Sordo:
"Yo creo que en la construcción de relaciones de pareja, lo que me encanta del otro es lo que con los años termino odiando. Puede que en algún momento hubiera querido una relación (con esa persona) porque me parecía que el tipo era protector, me sentía bien cuidada en el buen sentido, y después encuentro que es una dominación espantosa, producto de nuestro propio crecimiento".
7. Creer que amar es sufrir
Pilar Sordo:
"Sí creo que la mujer hispana tiene un tema muy potente de asociar el amor con el sufrimiento. De probar que ama en la medida en que aguanta o tolera... un poco como los mariachis. Ahí hay un aprendizaje que tenemos que hacer nosotras, de hacernos cargo de nuestra propia historia, de preguntar por qué me quieren los que me quieren".
"Tengo que aprender a quererme por lo que soy. Mi identidad no puede estar puesta en lo que hago; eso de alguna manera repercute en la cadena machista".
Fuente: www.bbc.com