Uno de los regalos que el presidente Mauricio Macri le hizo esta mañana al papa Franciscodurante la reunión que mantuvieron en el Vaticano es una Cruz de Matará. No es un obsequio más. Se trata de un significativo símbolo de la evangelización cristiana en el continente americano que, además, tiene raíces jesuitas, igual que el Sumo Pontífice.
"Esta cruz es la más antigua conocida en América y fue encontrada en Matará, Santiago del Estero, cuna de la evangelización argentina", cuenta la Fundación Gottau de dicha provincia, en su sitio oficial.
En 1594, un grupo de misioneros jesuitas llegó al actual territorio de Santiago del Estero, a orillas del Río Salado, donde vivía una tribu de indígenas llamados Matará. Según se estudió, los religiosos ganaron la confianza de los nativos e incluso aprendieron su idioma, con el objetivo de poder comunicarse con ellos y hablarles de Jesucristo.
Tiempo más tarde, jesuitas y aborígenes comenzaron a "tallar" el Evangelio en la Cruz de Matará, que se convirtió en testimonio de aquella historia de la primera evangelización en el continente americano.
La cruz original, realizada con madera de mistol, está conformada por un madero de 47 centímetros y uno de 17, unidos por dos espigas, también de madera. En su superficie puede verse buena parte de la historia cristiana. Hay imágenes de Cristo coronado, su crucifixión, el Vía Cricis y la Vírgen María, entre otras.
Fuente: www.lanacion.com.ar