Un día de estos estaba en mi hogar (concretamente en mi cochera), contemplando el amanecer y disfrutando de los grandes milagros que Dios nos regala todos los días y que son más visibles en esas horas. A veces no sé si es que la mente está más fresca o será cierta la frase que decían nuestros abuelos, “AL QUE MADRUGA DIOS LE AYUDA”
Esa deliciosa madrugada, entre cantos de pájaros, el viento frío de Zarcero y la compañía de mi gran amigo “Pupi” como le decimos al pequeño, peludo y juguetón perro que tenemos en mi casa, fui transportado a mi hogar del pasado. En este viaje pude verme junto a mis hermanos, sentados en una mesa vieja de madera (hecha a mano talvez por mi papá, pues tenía una pata pintada y las otras no). Ahí Estábamos los cinco hermanos, todos pequeños y muy en calma, esperando alguna orden o alguna sorpresa, por qué no nos movíamos de ese lugar, situación que no era usual en nosotros, que éramos muy juguetones. En un corto instante de tiempo, entró mi padre, hombre delgado y con su camisa de cuadros, media abierta a mitad de pecho, su pantalón negro de vestir, recogido hasta poco más del tobillo y unas medias rotas de tanto uso (en una de ellas se le podía observar el dedo gordo, con su uña larga y puntiaguda y manchada del trabajo en el campo). Al acercarse a nosotros, traía esa sonrisa incorporada, muy clásica de él, pues era un tipo muy divertido. Se observa un ambiente de ansiedad y de suspenso en esa oscura casita de madera con rendijas, cuando en un momento se rompe el silencio y mi padre nos dice lo siguiente: Niños, a partir de mañana, el que se logre despertar conmigo a las 3:00 a.m. de la madrugada, le doy la Rueda. El silencio volvió a invadirnos, pues entendimos lo de madrugar pero no comprendimos el significado de la rueda. Mi hermano mayor rompió el silencio con una voz muy tímida y ligera y preguntó… Papi, ¿Qué significa la rueda?. Mi papá nos miró a todos, sonriendo y con una voz misteriosa, mientras movía sus ojos de un lado hacia el otro (como un mago bien entrenado), así nos dijo: La rueda es un premio que consiste en una deliciosa comida que yo preparo para llevar a mi trabajo y únicamente, será merecedor, aquel que quiera y desee obtenerla, así que a acostarse temprano y a soñar con el premio mis niños.
Nuevamente volvió todo a la normalidad, el ruido, los brincos y tanto yo como mis hermanos comenzamos a hablar sobre quién sería el afortunado de ganarse el premio y esto nos causaba una alegría tan grande como si ya lo estuviéramos experimentando. En ese momento pude observar, en una esquina de mi casa, junto al fogón de ladrillo y con sus manos manchadas de carbón (muy probablemente, preparando la cena), a mi madrecita mirándonos con cara de satisfacción al vernos tan felices.
Un ladrido de Pupi (mi perro), me regresó nuevamente a la cochera y ahí estaba ese furioso zaguate atemorizado por un pájaro Zanate que le quería robar su comida. Respiré profundamente y juntos espantamos al Zanate que estaba dispuesto a llevarse un poco de arroz que se encontraba en la tasa de Pupi y que el jamás comería, pero tampoco quería compartir con el emplumado y negro pájaro.
Pienso… Muy personalmente, que cuando uno tiene la oportunidad de volver en el tiempo y encontrarse con uno mismo y con aquellas personas que fueron tan importante en nuestras vidas, esto es como un gran regalo que Dios nos da (uno más por madrugar), sobre todo cuando algunas de esas personas ya no nos acompañan físicamente, en mi caso mi querido, divertido y creativo padre.
Hace unos días escuchando una canción muy bella (Estrella de la mañana) del cantante, Jesús Adrián Romero, pude ver que de verdad, madrugar tiene algo muy espiritual y Divino. Creo, que nuestro padre Dios, nos hace un gran regalo todos los días, a todos aquellos que pueden (o más bien “QUIEREN” levantarse, unas horas antes a contemplar la vida y todo lo que ella representa. Desde mi óptica personal, he podido ver grandes cambios en mi manera de observar el mundo y todo lo que me rodea.
A los días de estos sucesos (ir a mi pasado y escuchar esta hermosa canción), estaba hablando con unos amigos y pude llegar a una conclusión muy personal en torno a este tema. Me imagino a Dios como a mi padre que se despierta muy temprano para hacer sus responsabilidades y se piensa… Voy a enviar estas burbujas de regalos al mundo, para mis preciosos hijos. En esas lindas burbujas de colores, aromas y sonidos preciosos, vienen todo tipo de regalos y solo aquellos que se levanten de sus camas de primeros, tienen la Oportunidad de “ELEGIR” y seleccionar los mejores y así se van repartiendo consecutivamente, conforme vayan despertando cada uno. Al final Dios como es un padre de AMOR, coloca regalos para todos, pero muchos se levantan tan tarde y tan preocupados, que no tienen tiempo para ver los regalos que les fueron dejados a cada uno de ellos.
Después de algún tiempo, Le he tomado una gran importancia a levantarme temprano, sobre todo porque es mi momento y de hecho le llamo… “MI MOMENTO DE VIDA”.
• Es ese momento de vida, para crear aquello que es mío y que durante el día no voy a poder realizar.
• Es el momento de vida, para encontrarme conmigo y con mi niño interior que desea que lo saque a jugar de vez en cuando.
• Es ese momento de vida, para poder tener tiempo para amarme y desconectarme de todo y conectarme a mí verdadero ser, libre del estrés, de los compromisos, pero sobre todo libre de ese niño que creció y por algún motivo dejo de vivir y que no me permite ser Feliz.
• Es ese momento de vida, donde puedo ser YO, sin máscaras, sin complejos, sin apariencias y sin Egos.
Para terminar, los invito a cultivar el hábito de madrugar y recoger los maravillosos regalos que Dios ha colocado en burbujas de colores para ti. Madrugar es un tiempo de plenitud para ti y le aseguro que nadie se lo va a querer quitar, porque esta hora es como las alturas, solo las Águilas disfrutan de ellas y ahí no hay competencia. Como decía un colega y amigo mío, en las alturas, solo hay espacio para aquellos que deseen pagar el precio, sin embargo la mayoría prefieren vivir como gallinas y pelearse las moscas. LAS AGUILAS NO CAZAN MOSCAS, PUES TIENEN BUEN PANORAMA Y CARNE FRESCA.
Madrugar es acortar tu Sueño, para alcanzar tus Sueños (Tonny Benavides).
