La revista Veja califica la decisión de la Presidenta de "nacionalismo barato" y asegura que "el pueblo argentino será el mayor perjudicado"; afirma que se trata de una "venezualización" del país
"Como siempre, el pueblo argentino será el mayor perjudicado por dejarse seducir por el nacionalismo barato". Contundente y crítica. Así finaliza una nota en la revista brasileña Veja, que en su edición de esta semana analiza, en duros términos, la expropiación de YPF que Cristina Kirchner anunció el lunes 16 de este mes.
Con la lupa puesta sobre el trasfondo de la decisión de la Presidenta, la nota firmada por el periodista Duda Teixeira, titulada "El elixir del populismo" afirma que Cristina Kirchner es una "gran aprendiz del petropopulismo chavista", haciendo referencia a la figura del venezolano Hugo Chavez.
El escrito asegura que, en manos del Estado, YPF "no tendrá capital para mantener o aumentar su producción" y tendrá un déficit similar o mayor a la ya estatizada Aerolíneas Argentinas, además de "consolidar la convicción internacional de la Argentina no es un socio confiable".
"El petróleo es capaz de suscitar los instintos más demagógicos, retrógrados y nacionalistas de un pueblo y sus gobernantes", comienza el artículo publicado en Veja, que tiene una tirada semanal de aproximadamente 1.200.000 ejemplares, el 90 por ciento por suscripción, según datos oficiales.
La nota destaca el apoyo del oficialismo, la oposición y el 62 por ciento de la sociedad según una encuesta de Poliarquía para LA NACION publicada el domingo pasado que tiene el proyecto de ley, que hoy obtendrá media sanción en el Senado de la Nación. Sin embargo, afirma: "El impacto económico será terrible. Con inversores extranjeros que huyen de la Argentina y las cuentas del Gobierno en rojo, YPF no tendrá capital para mantener o aumentar la producción".
"El desabastecimiento y la inflación perjudicarán las cuentas de todos los argentinos, en un auténtico proceso de 'venezualización' del vecino país [por la Argentina ", escribe Teixeira.
En ningún pasaje la nota hace referencia a la pésima gestión de Repsol en la firma argentina, que la jefa de Estado criticó durante el anuncio en Casa Rosada y por la cual se decidió la expropiación. Cuando habla de las inversiones no realizadas por la petrolera, el artículo explica: "YPF no se arriesgaba pagar esa cuenta porque no tenía la garantía de recuperar la inversión. Eso ocurrió porque en la Argentina el petróleo y el gas tienen los precios fijos, lo que anula o reduce las posibilidades de lucro. Además de eso, todo el dinero gastado puede ser abruptamente confiscado por el Gobierno".
El artículo recuerda la denuncia que sufrió el país por parte de un grupo de 40 países entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y México ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), que advirtieron sobre las trabas impuestas por la Casa Rosada.
"El gobierno argentino intenta ocultar sus problemas inflacionarios manipulando los índices de inflación y la censura de cualquier voz comprometida con la realidad, desde periodistas a consultores económicos", agrega.
El artículo no deja de poner atención en la agrupación kirchnerista La Cámpora, definida como "los hombres que perpetuarán el legado de Cristina Kirchner" y que "continuarán la 'venezualización' de la Argentina". Y destaca la figura del viceministro de Economía, Axel Kicillof, que la semana pasada fue el portavoz de la defensa del proyecto de expropiación en el Senado y fue ungido como uno de los interventores de la petrolera.
Para el semanario, en manos del Estado YPF tendrá una administración similar a la Aerolíneas Argentinas, hoy presidida por otro integrante de La Cámpora: Mariano Recalde. "El déficit [de la compañía aérea ya pasó los 700 millones de dólares", precisa Teixeira, y advierte: "Es una pequeña muestra de lo que ocurrirá con YPF".
En su conclusión, contundente, afirma que la sociedad sufrirá las consecuencias de la decisión presidencial. "Como siempre, el pueblo argentino será el mayor perjudicado por dejarse seducir por el nacionalismo barato".