Tal como en la pelicula Secreto en la Montaña, en la vida real ocurren casos en que la esposa o, en menos ocasiones, el marido, descubre esta situación. Esto los lleva a sentirse menoscabados y con una sensación de culpabilidad por no haberse dado cuenta a tiempo.
Puede que no haya una escena más impactante en la vida de una pareja que descubrir que uno de los cónyuges tiene una relación con otra persona. El dolor es aún mayor cuando se trata de una infidelidad gay, y así lo demuestra la exitosa película Secreto en la Montaña (Brokeback Mountain). La escena en que Alma (Michelle Williams) descubre que su esposo Ennis del Mar (Heath Ledger) la engaña con su amigo Jack Twist (Jake Gyllenhaal, foto principal) refleja el dolor y la impotencia de tales descubrimientos. Curiosamente, en vez de increparlo inmediatamente, opta por guardar silencio y actuar como si nada hubiese pasado.
Aunque cada vez es menos frecuente, el que una esposa se entere de que su marido le es infiel con otro hombre sí sucede en la vida real: "Hubo un período, a principios y mediados de los 80, en que estas situaciones eran bien comunes. Tiene que ver con la aparición del Sida: las mujeres empezaron a infectarse con el VIH y así se enteraban de que sus maridos tenían relaciones con otros hombres", explica la sicóloga de parejas Marta Soto, docente de la Universidad Andrés Bello.
En EE.UU., en tanto, según consigna The New York Times, se estima que 1,7 millón a 3,4 millones de mujeres están o estuvieron casadas con un hombre gay. En esa nación, uno de los casos más conocidos fue el del ex gobernador de Nueva Jersey, James McGreevy, quien -tras informar sobre su orientación- se separó de su segunda esposa.
Hoy, sin embargo, dado que se ha asumido con más naturalidad que una persona tenga una orientación sexual distinta, estas situaciones son menos frecuentes. Descubrir que es la esposa la que tiene una relación homosexual, es una situación menos vistas por los especialistas. Sin embargo, en ambos casos las repercusiones son similares.
La más dolorosa infidelidad
Las expertas coinciden en que este tipo de infidelidad no es comparable con una tradicional. "Todas las mujeres que llegan a la consulta por esta causa declaran que hubiesen preferido mil veces que la amante hubiese sido una mujer", admite Soto. Las causas de que este dolor sea tan profundo son varias. Primero, se produce en la persona una herida profunda que cuestiona su identidad, femineidad o masculinidad.
"Surge en la persona la duda sobre si tiene la capacidad de ser querida por un, entre comillas, verdadero hombre", detalla la sicóloga. La sicóloga y docente Macarena Lucar, de la U. del Desarrollo, ejemplifica esta situación: "Es un escenario que lleva a la mujer a cuestionarse qué falla en ella, por qué no satisface las necesidades de su pareja, la que no sólo busca a otra persona, sino que a una de su mismo sexo".
Además del cuestionamiento sobre la identidad, quien se entera que su pareja es homosexual o bisexual siente mucha culpa. Marta Soto dice que es frecuente que la persona "crea que el problema no es del otro, de quien la engañó, sino que ella no fue capaz de darse cuenta, no lo percibió a tiempo".
Sentirse víctima de una traición es otro sentimiento que aflora en estos casos, ya que -indica Macarena Lucar- se descubre que la persona que se tiene al lado no es quien se creía. A diferencia de una infidelidad con otra mujer, el que sea con otro hombre implica "mirarlo con ojos nuevos, sentir que no se ha conocido realmente a la persona que se tenía al lado, que ésta ocultó toda una parte de su vida que lo muestra como un completo desconocido".
Las reacciones que surgen
Aunque cueste comprenderlo, la sicóloga Marta Soto explica que algunas parejas deciden permanecer juntas el resto de su vida, aun cuando la homo o bisexualidad del marido sea conocida por la mujer. "Ella puede sentir temor sobre qué pasará cuando los demás sepan. Así se acepta la doble vida, en forma explícita, como un acuerdo, porque las consecuencias sociales son muy fuertes", acota.
Entre los testimonios recabados por The New York Times está el de varias parejas que se reúnen como grupo de apoyo: los maridos son gay y las esposas lo saben, pero los hijos no. Y, según explican algunos de los entrevistados, esto lo hacen para proteger a la familia y seguir viviendo con esas personas a las que aman.
Cuando se llega al matrimonio
Las causas por las cuales un hombre, siendo homosexual, se casa con una mujer son varias. En los círculos más conservadores "hay temor a la reacción del grupo social, a ser excluido. Es una situación que se da cada vez menos, pero hay gente que por años ha vivido esta vida doble tratando de cumplir con los requisitos de casarse y formar familia", explica la sicóloga Marta Soto.
Para Macarena Lucar, sicóloga y docente de la U. del Desarrollo, también se puede "encontrar a personas que quieren aparentar, por cultura familiar o religiosa, y optan por vivir con una pareja heterosexual, porque les parece la mejor manera de resolver su situación", sin que esto signifique que haya una mala intención.
También pasa que la persona no tiene clara su orientación sexual: "La literatura describe que los hombres intuyen algo, pero tratan de negarlo y que no aflore", indica Marta Soto.
Fuente: www.udd.cl