Los últimos avances en cirugía han posibilitado a muchos hombres alargar su miembro. Sin embargo, según apunta Mariano Rosselló - director del Instituto de Medicina Sexual de Madrid-, sólo el 10 % de los que acuden a consulta para informarse sobre la operación acaban finalmente pasando por el quirófano.
Frente a la opción del quirófano, es fácil encontrar en la red métodos alternativos y naturales como los ejercicios. En la actualidad, son muchos los médicos que no consideran estos ejercicios como un método verdadero. Pese a ello, la gran cantidad de opiniones y resultados positivos que muchos usuarios de estos ejercicios hacen constar en foros especializados, hacen que el debate este abierto.
Según la web especializada comoagrandarpene.info, uno de los más firmes defensores de la eficacia de estos ejercicios fue el doctor Brian Alfred Richards, autor de más de 100 artículos sobre medicina sexual y miembro de la editorial del British Journal of Sexual Medicine.
En el año 1976, el doctor Richards, publicaría en el British Journal of Sexual Medicine -con el objetivo de confirmar la eficacia del método- las conclusiones del estudio sobre los ejercicios para agrandar de pene llevado a cabo un año antes.
Para su estudio, el doctor se basó en el “Método Chartham” creado por Robert Chartham, sexólogo y autor de varios libros, entre ellos “Advice to Men” o “Sex Manners for Men”.
El estudio comenzó a mediados de 1975, cuando fue invitado -por varios colegas de profesión - a someter a prueba el “Método Chartham”, a lo cual Richards accedió pensando que sería útil para la comunidad científica.
El estudio científico
Para el mencionado estudio se seleccionaron al azar 64 hombres. 32 utilizaron el “Método Chartham” y 32 de formaron parte del grupo de control. El estudio duró 3 meses y comenzó con la medición de los penes de los participantes en estado de erección.
De aquellos hombres que realizaron los ejercicios, 28 de ellos lograron alargar su pene entre 2.4 cm y 3.6 cm de longitud y entre 1.4 cm y 3.1 cm en grosor. Mientras, los que formaron parte del grupo de control no experimentaron, como era de esperar, ningún aumento. El método obtuvo así éxito en un 87.5% de los participantes.
Teoría sobre los ejercicios para el pene
La teoría que se esconde detrás de esta supuesta eficacia de los ejercicios es la siguiente: Es sabido que los músculos pueden crecer con ejercicios de pesas o con trabajos físicos. Aunque el pene no sea un músculo, su composición interna está sí la forman por tejidos musculares. Estos tejidos no son iguales a los de los músculos que solemos ejercitar, tales como los bíceps o los pectorales, sino que el pene está compuesto en un 50% de músculo liso.
El músculo liso es responsable de la producción de erecciones sanas y es diferente de los músculos esqueléticos (por ejemplo, los situados en los bíceps). Sin embargo, el tejido muscular del pene sí contribuye tanto a su forma como a su tamaño, al igual que el bíceps contribuye al tamaño y la forma de la parte superior del brazo. Esta más que demostrado que los ejercicios del pene provocan erecciones más fuertes y duraderas, por lo que para los defensores de los ejercicios tiene sentido pensar que estos contribuyan al aumento de las células que crean músculo liso.
A su vez, defienden que los estiramientos producto de los ejercicios también alargan las capas de tejido conectivo (conocidos como la túnica, membrana exterior o capota) que rodean el eje del pene. Esto permite un mayor crecimiento, a medida que crece el tejido muscular liso. Este crecimiento (junto con otros supuestos beneficios, tales como curar la disfunción eréctil y la eyaculación precoz) es exactamente lo que primero atrae a la mayoría de los hombres que empiezan a hacer ejercicios para el pene.
Interior del pene
Por último, los defensores proclaman la importancia de tener en cuenta que la mitad del pene está oculta en el interior del cuerpo. Este "pene interior" se mantiene en su lugar por los ligamentos. Según esta teoría, laa parte del pene que está interior puede ser liberada por el estiramiento y el alargamiento de estos ligamentos, haciendo ejercicios peneanos. Esto permite que más del pene interior pueda presentarse fuera del cuerpo, lo que resulta en una mayor longitud.
De hecho, es cierto, que el principal método utilizado en la cirugía del pene es aquel en el que los médicos cortan este ligamento para permitir que el pene interior se deslice hacia adelante. Sin embargo, los riesgos de que este corte provoquen la pérdida del ángulo de erección y la disminución de la capacidad eréctil lleva a la mayoría de los hombres a preferir alargar sus ligamentos gradualmente mediante ejercicios, aunque para ello requieran de más tiempo y perseverancia.
Fuente: www.estrelladigital.es
