Por: Héctor R. Hernández. Historiador Oficial Club América. (@realidadamerica)
Qué tal queridos amigos, ¿se imaginan ustedes un capítulo de Batman sin el Guasón, el Pingüino, o el Acertijo?, ¿Se imaginan una película de Superman sin Lex Luthor?, o qué tal los Cuatro Fantásticos sin combatir contra el Doctor Víctor Von Doom?... Ya ni hablar de una telenovela de Las Estrellas donde no aparezca “el malo”. ¿Se imaginan todo lo anterior sin los antagonistas?, pues no, ¡Qué flojera, nadie los vería! Pero ustedes se preguntarán ¿esto que tiene que ver con el futbol y concretamente con el América?... pues mucho.
Recientemente leí una columna del periodista Ignacio Suárez, donde habla, y muy claramente, de los ratings de los programas futboleros de "análisis" y "debate" en la televisión de paga. Me dio gusto que tocara el tema porque yo desde hace tiempo lo quería hacer, debido a un fenómeno que se está dando con mayor frecuencia en un par de programas de televisión -y con mucho descaro en uno de estos- y es el ataque sistemático hacia el Club América.
Siempre, desde que he tenido uso de razón, han existido programas de resúmenes de futbol. El primero que recuerdo era uno, allá por 1973 que pasaba los domingos en las noches por Canal 4 que se llamaba "Jornada Futbolera". Era conducido por cuatro maestros de la narración: Fernando Marcos, Ángel Fernández, Fernando Luengas y Eduardo Andrade. Salían dos a cuadro y se alternaban, hablando de las jugadas y momentos estelares de los partidos de la semana.
A la par, surgió el que sin duda alguna fue el parteaguas de los programas de debate deportivo: “DeporTV”, en 1974, conducido por José Ramón Fernández y su equipo. Desde entonces el matiz del periodista fue ir siempre en contra de Televisa (donde él trabajo años atrás cuando era Telesistema Mexicano), la Federación Nacional de Futbol y el Club América.
Al poco tiempo en Televisa surgió primero “Reacción” y luego “Acción”, que sigue vigente y es un noticiero deportivo donde se dan los resultados de varios deportes, siendo por años únicamente de análisis y no debate.
A finales de los años ochenta, por ahí de 1987, en Imevisión salió al aire "Sobre el terreno de juego", revista de análisis y debate, conducido por Raúl Orvañános y Carlos Albert, con apariciones de Francisco Javier González, Antonio Moreno y Alfredo Ruiz, en donde la libertad de expresión se caracterizó siempre. En 1990 surgió en Cablevisión el primer programa de debate de futbol en la televisión de paga: “Controvertido” se llamaba y era conducido por Juan Dosal y después Raúl Orvañános.
A fines de los años noventa en la señal abierta, Televisa con “En La Jugada” y TV Azteca con “En Caliente”, iniciaron los programas de análisis y debate, siendo el primero más enfocado al análisis con sus conductores Raúl Orvañános, Javier Alarcón, Antonio de Valdés y Enrique Burak, mientras que el segundo, conducido por José Ramón Fernández se distinguió siempre por ser una emisión de debate y entrevistas pujantes.
Hasta este punto, había dos corrientes, los programas de crítica al América -los de Canal 13, Imevisión y TV Azteca, todos dirigidos por el mismo personaje- y los programas donde no había satanización en contra de las Águilas, justo aquellas señales emitidas por Televisa.
Pero con el nuevo siglo y los nuevos televidentes, o sea, la generación nacida entre fines de los años ochenta y todos los noventa, -conocidos como ‘Millennials’-, llegó el ¡bum! de la televisión restringida y con ello un mayor número de opciones donde ver programas de análisis y debates pero también mayor número de personajes hablando mal del América. Los ‘shows’ más vistos son sin lugar a dudas tres programas: La Última Palabra de Fox Sports, Futbol Picante de ESPN y Futbol en Serio de TDN.
Volviendo al principio de mi escrito, en la nota del "Fantasma" Suárez, se detalla cómo es que estos programas gozan de una buena audiencia, sobre todo los primeros dos, que se disparan en rating del tercero considerablemente, para mi, por tres claras razones: primeramente porque está incluido en un “Paquete Premium” y le llega a menos gente. En segundo lugar debido a lo poco carismáticos de algunos de sus conductores nuevos que no hacven 'clic' con los televidentes, concretamante el argentino Damián Zamogilny y Francisco Fonseca que desplazaron en peso y cuadro a gente muy valiosa y experimentada como Raúl Sarmiento, Alfredo Ruiz y Jorge Sánchez –quienes ya no aparecen tanto-.
Y en tercero y más importante a que no tiene “personajes creados” con el único fin de criticar y despotricar del América, para con ello conseguir más seguidores. Sí, los villanos de la película. Porque sin ellos, sin estos personajes, (creados para despotricar y causar polémica del equipo de Coapa), el número de consumidores de esos programas sería menor.
Pero la gente es morbosa, y solo los sintonizan para ver cómo le pegan a los Azulcremas. Es gente común y corriente que por un salario, personifica un determinado rol, siguiendo el guion dado por el productor del programa para generar clics en redes sociales y con ello mayor rating.
Eso es lo que genera el Club América. Esa es la pasión que levanta, el interés y sin las Águilas muchos no comerían. Así de claro las cosas. El trabajo de André Marín y el equipo de producción de “La Última Palabra” es escoger "la pregunta Twitter" y que sea lo suficientemente llamativa para los antis y así empezar a reventar NOCHE A NOCHE. Y al joven Marín, hijo putativo de José Ramón Fernández, no le cuesta trabajo, puesto que toda su vida ha odiado al equipo más ganador de México. La demás gente que rellena el programa y que no fue futbolista profesional asume perfecto su rol de ‘personaje’. Alejandro Ávalos, mejor conocido como Alex Blanco, Gustavo Mendoza y Rubén Rodríguez hacen bien su trabajo, - el cual no lleva mucha complicación-: tirarle y hablar mal siempre del América y su entorno, lo que haga o no haga el equipo, la institución o sus jugadores.
Y eso llama, atrae, gusta. Ahí está siempre la audiencia, dividida en dos partes, los “antis” disfrutando de las ocurrencias de los “conductores” (‘personajes’) y dos tipos de americanistas, los de la vieja guardia, que crecimos con esta escuela y sabemos que Marín y compañía lo hacen "por default" (somos los menos, y no nos hace daño) y los nuevos espectadores, aquellos que viven pendientes de las redes sociales y que toman estas ofensas de manera personal.
En la casa de enfrente, ESPN, vive el padre del Antiamericanismo, que durante más de cuarenta años ha comando el barco de los “antis”. Gracias a él, y solo a él, durante tanto tiempo la bandera del odio, de la envidia, del coraje contra el entorno que representa el equipo Azulcrema se ha mantenido a toda asta. Con él, su discípulo y “personaje” favorito, David Faitelson que es el "André Marín" del canal de Disney, siempre está atento, al pendiente de cómo fastidiar a los Cremas con sus temas inverosímiles, de cómo sacarle provecho al menor detalle para burlarse y hacer polémica. Junto a ellos, en su programa, “Futbol Picante”, hay muy buena calidad de ex futbolistas como Roberto Gómez Junco, Luis Roberto Alves, Rafael Puente, Hugo Sánchez y Mario Carrillo entre otros, que no les dan réplica y les hacen ver que están equivocados. Pero cuando este par de “personajes” anti americanistas no aparecen a cuadro, el rating del programa disminuye, y eso es debido a que no hay morbo, sangre y hasta mentadas esa noche.
Es lo que el Club América representa y TODOS los americanistas deberíamos estar en el mismo canal, para ignorarlos, pero eso no va a pasar jamás, y es por ello que los “personajes” creados para actuar un rol seguirán pululando. Malos periodistas en su mayoría, sin ética -alguno de ellos-, malos comunicadores y malos locutores irán y vendrán y estos programas seguirán viviendo del América, siempre porque a los morbosos les interesa el chisme y la polémica, y eso es lo que vende. Así las cosas.